Entre las cuestiones que muchos se hacen a la hora de criticar al coche eléctrico, suele ser que la batería durará poco y que cambiarla costará mucho. Algo que salvo excepciones con modelos con batería sin refrigeración como el Nissan LEAF, no suele ser cierto. Sobre todo si cuando el coche en cuestión tiene una amplia batería, y un potente sistema de refrigeración líquida. Es el caso del Tesla Model S.
Hemos visto diferentes casos de unidades con unas cifras extremas, como el Model S que en julio llegó a los 900.000 km, pero que en casi todos los casos entraban en juego un uso elevado de los Supercargadores, y al menos un cambio de la batería original por algún defecto. Algo que no sucede en este caso.
Se trata de un usuario que ha compartido su experiencia en Reddit, donde ha contado como su Tesla Model S del 2012, uno de los primeros en llegar al mercado, todavía mantiene prácticamente intacta la capacidad de su batería, y su autonomía.
Por desgracia no ofrece datos concretos del porcentaje, pero si puede indicar que el Model S 85 cuando estaba nuevo ofrecía una autonomía real de 385 kilómetros. Una cifra que ahora después de 7 años y 116.00 kilómetros, ha bajado hasta los 378 kilómetros. Esto supone una pérdida de autonomía del 1.8%.
Entre los datos que aporta, indica que tanto el pack de baterías como el motor son los originales. Un punto muy importante. El otro es que no ha usado demasiado los Supercargadores, estimando un total de 50 sesiones. Pero también que no ha mimado al extremo la propia batería, realizando cargas siempre hasta el 90%.
Esto nos confirma además de que el sistema de refrigeración de la batería de Tesla es muy efectivo, también que las cargas hasta el 90% no son demasiado dañinas para la química. Unas baterías que como recordamos pierden capacidad tanto por los ciclos de carga y descarga, pero también por el paso del tiempo. Y en este caso han pasado ya siete años.
Pero no todo son buenas palabras para el coche. Indica en uno de los comentarios los problemas que ha tenido el coche en los inicios a nivel de acabados. Algo que le ha obligado a visitar de forma regular su servicio técnico en los inicios por cuestiones como el fallo en el techo solar, el clásico del tirador de la puerta del conductor que no sale, el portón trasero, o en el sensor de presión de los neumáticos. Unos neumáticos que también han dado muchos problemas al inicio por un desgaste excesivo. Todo cubierto por la garantía del fabricante y bastante habitual en los modelos de primera generación.
La cuestión es que en un inicio apenas había Teslas en la carretera y le daban la cita al momento. Ahora con cientos de miles de coches circulando por las carreteras, hay que armarse de paciencia y esperar semanas por una cita para pasar cualquier revisión.
Un propietario que a pesar de los problemas de fiabilidad de todo aquello que no tenga relación con el sistema eléctrico, o la atención en los servicios técnicos, parece muy contento con su compra, tanto que el pasado mes de diciembre se ha comprado un Model 3.
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Vía | Reddit
