¿Cuáles son los países con la mejor y la peor red de recarga para coches eléctricos en Europa?
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Publicado: 24/11/2019 10:00
Está claro que no contar con una red de carga pública es uno de los principales frenos a la expansión del coche eléctrico. Estas redes poco a poco están comenzando a despegar, pero con una enorme desigualdad entre los diferentes mercados. La pregunta es cuál es el país que mejor red está logrando desarrollar, y también cuales son los que peores notas están sacando.
Según las últimas estadísticas, Holanda es el país que cuenta con el mayor número de puntos de recarga instalados. Un total de 43.730 estaciones en marcha y 250 puntos cada 100.000 habitantes. Algo que le permite situarse por delante de la gran referencia en porcentaje de ventas, Noruega.
Los nórdicos cuentan también con una envidiable red de carga de 12.337 puntos y una densidad de 232.8 estaciones cada 100.000 habitantes. Una tasa realmente buena que permite moverse con soltura por buena parte del país.
Cifras que podemos comparar por ejemplo con grandes potencias automovilísticas como Alemania, que cuenta con 32.704 puntos de recarga, pero en un país con una población cinco veces mayor que la holandesa lo que provoca que los germanos se coloquen en la décima posición por densidad de puntos con 39.4 puntos cada 100.000 habitantes.
Entre los estados más rezagados encontramos aquellos tradicionalmente poco o nada activos en cuanto a movilidad eléctrica, como Grecia, con apenas 51 estaciones en marcha y 0.5 estaciones de carga cada 100.000 habitantes, seguida de Rumania, Polonia.
Para encontrar a España hay que llegar al puesto 19, por detrás de estados como Croacia, Finlandia, Malta, Irlanda Eslovenia o nuestros vecinos de Portugal, que cuentan con 2.940 estaciones y una tasa de 28.5 cada 100.000 habitantes.
En el caso de España el número de estaciones destaca respecto a otros estados más pequeños, 6.796 puntos, pero con una densidad por habitante muy baja de apenas 14.5 puntos cada 100.000 habitantes. Casi la mitad que la propia Portugal, pero duplicando por ejemplo las cifras de otro mercado potencialmente importante como Italia, que están peor que nosotros con 4.295 puntos y una densidad de 7.1.
Un ejemplo de lo mucho que queda por trabajar para lograr crear una red mínimamente robusta más allá de los estados más avanzados que nos demuestran el camino a seguir no sólo en cuanto a número, sino también con medidas desde la administración pública que favorezcan la aceleración de las instalaciones.
Y es que en el caso de España la industria se enfrenta a un marco legal totalmente desastroso donde las operadoras de puntos se enfrentan a enormes trabas burocráticas desde la administración, con procesos de concesión de permisos leoninos, y a las presuntas zancadillas desde las empresas encargadas de proporcionar suministro eléctrico a las estaciones instaladas y que provoca que algunas estaciones necesiten más de un año para su entrada en servicio. Algo que tendría que atajar de forma urgente el gobierno.