Opel acaba de lanzar la quinta generación de uno de los modelos más populares del mercado, el Corsa. Un compacto que en las últimas décadas se ha convertido en uno de los más vendidos en Europa, y que por primera vez contará con una versión eléctrica. Pero si esta generación ha sido la encargada de debutar los sistemas eléctricos, la siguiente será la encargada de enterrar a los motores de combustión.
Así lo ha indicado en una entrevista el jefe de marca de Opel, Stephan Norman, que antes de nada ha querido atajar los rumores de que podríamos ver un Corsa con carrocería SUV. Algo que ha descartado de forma tajante.
Pero sin duda lo más interesante es que también ha afirmado que la penetración de los sistemas eléctricos será imparable en los próximos cuatro o cinco años, y que se expandirán en segmentos como los compactos urbanos. Un sector con gran potencial por sus características y menor necesidad de autonomía, pero también un reto a nivel de precio para las versiones eléctricas.
Para el Sr Norman, esto no será un impedimento para que la próxima generación del Corsa diga adiós de forma definitiva a los motores diésel y gasolina, adoptando sólo configuraciones eléctricas. Y no quiere decir «electrificado» con atajos como los micro híbridos o los eléctricos con extensor de autonomía sin posibilidad de carga. Ha especificado 100% eléctricos.
El directivo de Opel indica que la expansión del coche eléctrico será mucho más rápida de lo que muchos piensan, y como ejemplo indica que «en 2025 ningún fabricante fabricará motores diésel o gasolina.»
Unos plazos realmente llamativos que podría tener su explicación en que tal vez se quería referir a que no se desarrollarán nuevos motores diésel o gasolina, ya que incluso las perspectivas más optimistas otorgan a los motores de combustión una parte mayoritaria en las ventas para esa fecha.
Lo que está claro es que el próximo lustro supondrá un cambio radical para las marcas que tendrán que enfrentarse no sólo a un mercado cambiante hacía formas de movilidad más sostenibles y económicas a nivel operativo, sino también al empuje de las normas sobre emisiones que hará replantearse de nuevo qué es rentable y qué no lo es.
Todo con unos modelos populares como el propio Corsa como abanderados de una electrificación que se extenderá por todos los segmentos, y que deberían vivir una importante bajada en sus precios para que las ventas pasen de testimoniales.
