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Este Renault ZOE tiene 300.000 kilómetros. Resumen del estado de la batería, averías, costes…

Cuando hablamos del resultado a largo plazo de un coche eléctrico, apenas tenemos más ejemplos que los modelos de Tesla, y el Nissan LEAF. Son de los primeros modelos de tamaño medio y grande con autonomía como para plantearse desplazamientos más o menos largos. En el primer caso la batería ha mostrado un gran rendimiento, manteniendo la capacidad intacta con el paso de los kilómetros. En el caso del LEAF la primera generación ha sido todo lo contrario sufriendo un enorme desgaste prematuro. Pero la pregunta es qué tal le va a otros modelos que llegaron al mercado un poco más tarde, como por ejemplo al Renault ZOE.

No es fácil encontrar testimonios de propietarios del ZOE con grandes kilometrajes. Pero el francés Frédéric Richard ha sido uno de los primeros propietarios del compacto galo, y ahora ha logrado llegar a los 300.000 kilómetros con su modelo. Un periplo que ha detallado al portal Automobile Propre.

La cuestión es que Frédéric tenía unos desplazamientos diarios bastante largos, 170 km por jornada ida y vuelta. Algo que le suponía un gran coste con su anterior modelo diésel, BMW Serie 7 V8 convertido a GLP con un consumo de 14 litros a los 100 km. Después de varios miles de kilómetros, decidió que era el momento de hacer un cambio y se lanzó a la compra en 2013 de un Renault ZOE.

Hablamos de la primera generación, con sus 22 kWh útiles, y su «especial» sistema Q90, con motor Continental y el famoso cargador Camaleón. Un modelo que ha venido acompañado de algunos problemas, especialmente a la hora de la carga por la extremada exigencia de su sistema de carga que exige unos parámetros como la cuestión de la conexión a tierra muy determinados.

Una de las claves para optar por este modelo ha sido que en su puesto de trabajo han decidido apoyar su compra instalando un punto de recarga. Algo fundamental ya que no podría completar el recorrido de ida y vuelta con una sola carga. Un ZOE que no pudo comprar con batería en propiedad, por entonces Renault todavía no lo permitía, lo que supuso tener que optar por el formato de alquiler con el contrato de mayor kilometraje. Algo que supone un coste de 195 euros al mes en alquiler, más los 50 euros al mes de gasto en electricidad.

Eso si, a cambio del alquiler, Frédéric logra junto con las ayudas hacerse con un ZOE bien equipado por 16.000 euros. Una cifra interesante en aquel 2013 donde un Nissan LEAF antes de ayudas costaba 36.000 euros.

Pero lo interesante es cómo se ha comportado el sistema después de 300.000 kilómetros. El principal problema ha sido uno con el motor. El sistema de Continental falló a los 20.000 kilómetros. Un error bastante habitual entre los modelos de primera generación que Renault subsanó en 2015 con el lanzamiento de la versión R240, ya con motor Renault y sin tantos problemas de carga. Un fallo que ha sido diagnosticado debido a un error de fabricación que provocaba la entrada de líquido refrigerante en el motor, y que ha sido corregido por una garantía que recordamos en el caso del ZOE llega a los 8 años sin límite de kilometraje en la versión con batería en alquiler (8 años o 160.000 km con batería en propiedad).

Entre la crítica al proceso de reparación, el propietario indica que aunque la operación en si ha sido rápida, tres días, encontrar el fallo si ha llevado a su concesionario mucho más de lo esperado, mes y medio. Por suerte Renault le entregó mientras tanto otro ZOE en préstamo hasta reparar el suyo.

En octubre de 2016 le tocó el turno a otro de los componentes de Continental, y también de los más problemáticos del ZOE de primera generación.  El cargador Camaleón. Un sistema que en 2016 falló, y ha tenido que ser sustituido, de nuevo en garantía.

Comparativa garantía de la batería de los diferentes fabricantes de coches eléctricos

En cuanto a la batería, Fréderic indica que hasta los 200.000 kilómetros no notó una gran degradación de la misma. A partir de ahí si ha visto que la cifra en el marcador comenzó a bajar hasta situarse a plena carga en apenas 90 kilómetros. Al realizar el diagnóstico del estado, este ha mostrado que la capacidad había bajado hasta el 71% de carga. Algo que gracias al sistema de alquiler le ha permitido recibir una batería nueva sin ningún coste. Una operación que de nuevo ha necesitado un largo proceso burocrático, necesitando el taller tres días para su instalación.

En cuanto al resto de mantenimiento, el ZOE después de 300.000 km apenas ha necesitado pasar por el taller. Sólo para un cambio de pastillas de freno y la sustitución de los cuatro amortiguadores,

Ahora después de seis años a los mandos de su ZOE, Fréderic indica estar muy contento con su decisión, y espera poder mantener unos años más el coche. Preguntado por la posibilidad de cambio a otro modelo, indica que sólo ha valorado dos opciones. Una es la del nuevo ZOE, y la otra la del Tesla Model 3. Pero salvo alguna oferta irresistible, de momento continuará con un ZOE que denota el paso del tiempo y los kilómetros, pero continúa funcionando sin problemas y con el que incluso gracias a la amplia red de recarga disponible en Francia, ha llegado a completar viajes de 600 kilómetros con su familia sin mayores problemas.

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