En la actualidad a Tesla se le juntan dos factores, una fuerte demanda del Model 3 en Europa, y el tener que enviar todas las unidades que vende en nuestro mercado desde Estados Unidos. Algo que ralentiza ligeramente la excelente marcha del fabricante norteamericano que ha tenido que retrasar las fechas estimadas de entrega de las próximas unidades.
Hasta ahora cuando el cliente accedía a la página de Tesla a configurar un modelo nuevo, este le mostraba una espera como máximo de un mes. Pero desde hace unos días el marcador ha pasado a más de dos meses, con unas entregas estimadas para el mes de mayo. Algo que choca con la buena marcha de la fábrica de California que trabaja a pleno rendimiento.
Esto supone un respaldo para la apuesta de Tesla de levantar una fábrica en Europa, cuyos trabajos como recordamos ya han comenzado con la preparación de un terreno que menos de 18 meses tendrá que contar con una instalación y unas líneas de producción listas para comenzar a sacar adelante vehículos.
De esta instalación saldrán tanto Model 3 como Model Y, que en un principio se esperaba ya no sufriesen el problema de tener que ser enviados desde Estados Unidos, llegando directamente de la planta alemana. Pero si echamos un vistazo al configurador, vemos como la expectativa de entrega del Model Y es a principios de 2021. Fecha en la que la fábrica de Berlín no estará lista, lo que supondrá a la fuerza que Tesla tendrá que añadir a sus envíos también el SUV.
Una situación que supondrá un nuevo reto logístico para los americanos para lograr atender la fuerte demanda del Model 3, y ahora también la previsible igual o incluso mayor demanda del Model Y que al menos durante sus primeros meses en el mercado tendrá que realizar la misma ruta que su hermano desde California.
Un factor que refuerza la apuesta de Elon Musk de levantar su tercera fábrica, y la segunda fuera de Estados Unidos, apenas un año después de levantar la primera, en China. Un movimiento muy arriesgado que supondrá una enorme inversión en apenas dos años, pero que como vemos está respaldada por una demanda que no para de crecer en un mercado cada vez más amplio, pero donde los norteamericanos cuentan con una ventaja competitiva clave que les permitirá seguir siendo la referencia en cuanto a volumen.
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