Con el estallido de la crisis del coronavirus se han multiplicado las voces de aquellos que piden recuperar o reforzar la producción dentro de las fronteras de Europa como forma de creación de empleo, y también para reducir la dependencia industrial de lugares como China. Precisamente este es uno de los argumentos que maneja uno de los proyectos más ambiciosos que busca colocar a España como potencia mundial en la producción de litio e hidróxido de litio con una gran mina en la provincia de Cáceres.
Hablamos del proyecto San José Valdeflorez, que acaba de lanzar un vídeo donde explica de una forma gráfica el planteamiento que quieren seguir para realizar una mina a cielo abierto de al menos 300 metros de profundidad, que además supondrá levantar grandes instalaciones para el tratamiento in situ del litio para lograr el componente usado en la producción de las baterías.
Desde la empresa promotora del proyecto, Infinity Lithium, se destacan puntos positivos como por ejemplo la creación de hasta 1.000 puestos de trabajo, entre empleos directos e indirectos, así como la capacidad de atraer nuevas industrias y la generación de un nuevo eje de desarrollo industrial. Además resaltó que el proyecto no supone ningún riesgo para el medio ambiente, pues según la compañía “cumple escrupulosamente con la legislación vigente y ha adoptado los más altos estándares de calidad”.
En esta línea desde la empresa se recalcó el apoyo explícito que esta iniciativa ha recibido de la Comisión Europea: “Las instituciones y sus técnicos han revisado todos los detalles del proyecto y lo apoyan decididamente; Bruselas solo respalda las iniciativas que respetan la normativa europea, que es una de las más estrictas del mundo”.
Esta mina con una vida útil estimada de unos 30 años que servirá para alimentar la creciente demanda de baterías por parte de los fabricantes con presencia en Europa, y donde esperan poder alcanzar un ritmo de producción suficiente como para alimentar las baterías de 10 millones de coches eléctricos.
Críticas de los grupos ecologistas
Desde los grupos ambientalistas, Ecologistas en Acción de Extremadura, Ecologistas Extremadura, SEO/BirdLife, Adenex, la Sociedad Extremeña de Zoología, AMUS, GRUS, DEMA y la Fundación Global Nature, han dirigido sendas cartas al Presidente de la Junta de Extremadura y a la Alcaldía de Cáceres en las que exponen los enormes riesgos ambientales de esta mina a cielo abierto para la obtención de litio a escasos tres kilómetros de la ciudad de Cáceres.
Las voladuras para la apertura de la mina y la extensión de la misma para alcanzar las zonas más profundas con vetas de litio, que los informes de la empresa australiana Plymouth Minerals sitúan a 300 metros, hará desaparecer todo el valle del arroyo Valhondo, a los pies de la Sierra del Portanchito, produciendo vibraciones constantes que afectarán a todas las construcciones del entorno, así como emisión de polvos, ruidos y tráfico de vehículos pesados. Las enormes cantidades de explosivos deberán ser transportados regularmente a la zona y almacenados en polvorines, generando una circulación de materiales muy peligrosos que puede alterar la circulación en las carreteras cercanas.
Para la obtención del litio a partir de los millones de toneladas de piedras y rocas extraídas de la mina, no muy lejos deberán instalarse los complejos para la lixiviación con ácidos y la calcinación con sales de sulfato, que son los procesos descritos por la empresa minera australiana en sus informes sobre el yacimiento cacereño.
La lixiviación requiere el empleo de millones de metros cúbicos de agua para la disolución del mineral y su reacción con ácidos, para lo que normalmente se usan grandes cantidades de ácido sulfúrico. Todo el proceso genera lodos y aguas fuertemente contaminadas que deben depositarse en enormes piscinas o depósitos de decantación, como el de Aznalcollar, que en 1998 sufrió la rotura de su dique de contención causando un desastre ambiental que contaminó gravemente el cauce del río Guadiamar, principal aporte de agua a las marismas de Doñana.
Otro proceso descrito para la futura obtención de litio de la mina cacereña sería la calcinación de las menas de mineral para la obtención de carbonato de litio como producto final. Se trata de la cocción en hornos a altas temperaturas, con sales de sulfato, generando importantes emisiones de gases de combustión.
Las ONG ambientales reconocen que el litio es una materia prima valiosa, altamente demandada para la producción de baterías de última generación, pero su extracción a cielo abierto en las inmediaciones de Cáceres constituye un proyecto catastrófico para el medio ambiente y la calidad de vida de los ciudadanos del entorno.
Una lucha entre progreso y medio ambiente que tendrá que ser solucionado desde las administraciones públicas, tanto nacionales como comunitarias, para asegurarse de que el progreso económico tan necesario sobre todo en estos momentos de crisis económica no se produzca a costa del futuro y la salud de la región y sus habitantes.
Una administración pública que deberá vigilar muy de cerca todo lo relacionado con la planta, tanto en el aspecto del cumplimiento del proyecto, como con objetivos obligatorios de producción y de creación de empleos. Todo para lograr que además de trabajo, esta iniciativa deje riqueza en Extremadura y en España.
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Fuente | Sanjosevaldeflorez