A pesar de que Ferrari ha sorprendido a propios y a extraños con sus buenos resultados económicos a pesar de la crisis del coronavirus, son muchos los inversores que opinan que el legendario fabricante de deportivos italiano poco a poco está perdiendo su atractivo. Sin embargo, otros creen que a largo plazo las ventas de la marca podrían incrementarse notablemente gracias a la electrificación y los SUV.
De acuerdo con Adam Jonas, analista de Morgan Stanley, Ferrari podría entrar en una nueva fase de crecimiento gracias a la actual transición tecnológica hacia la electromovilidad, que hará que el mercado de vehículos de lujo se expanda mucho más rápido de lo esperado. Así, se estima que las ventas anuales de Ferrari podrían duplicarse a más de 20.000 unidades para 2030, volviéndose a duplicar a más de 40.000 para 2040.
En 2019 Ferrari vendió 10.131 deportivos, un 9,5% más que el año anterior, algo que fue posible gracias al buen rendimiento comercial de los Portofino y 812 Superfast. En 2020 se ha añadido a la gama un modelo clave, el aclamado Roma, una berlinetta situada en la parte baja de la oferta del fabricante italiano. Tampoco podemos perder de vista el lanzamiento del SF90 Stradale, su primer híbrido enchufable.
Sin embargo, el verdadero cambio de paradigma dentro de Ferrari llegará de la mano del Purosangue, un SUV deportivo con mecánica híbrida del que se espera que se fabriquen unas 1.500 unidades anuales para 2025. Este modelo, considerado por los tifosi como una afrenta al legado de una marca que jamás ha producido un modelo de más de dos puertas, será el principal responsable del crecimiento de Ferrari.
Morgan Stanley también cree que la transición al coche eléctrico transformará por completo a la marca italiana. Aunque en 2025 solo el 3% de las ventas de Ferrari se corresponderán con modelos eléctricos (lo que nos lleva a pensar que comenzará lanzando pequeñas tiradas de su primer modelo de este tipo), para 2030 podrían suponer el 20%, así como el 50% para 2040. El uso de mecánicas eléctricas permitirá aumentar el margen de beneficios, así como atraer a una mayor variedad de clientes.
«Esperamos que la transición a los vehículos eléctricos sea un punto de inflexión para la empresa, ya que requerirá de inversiones importantes a corto plazo, pero creemos que dará sus frutos desde la perspectiva del retorno del capital invertido y que Ferrari será capaz de obtener márgenes más altos, al mismo tiempo que atraerá a una base de clientes aún más amplia y traerá nuevas generaciones a la marca».
Fuente | Forbes
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