Los aviones eléctricos están acercándose a su punto de inflexión tecnológica
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Publicado: 14/12/2020 11:19
Después de ver como los sistemas eléctricos se han extendido en un abanico cada vez más amplio en el transporte terrestre e incluso marítimo, ahora las miradas se han puesto en una de las industrias más castigadas por la pandemia, y en el punto de mira por sus emisiones. Hablamos del sector de la aviación, que cada vez está más cerca de poder comenzar a ofrecer vuelos regulares con aviones 100% eléctricos.
Las señales son cada vez más evidentes y están empujadas por la imparable evolución de las baterías en los últimos años. Tanto en lo tecnológico, como en seguridad y sobre todo, costes. Una dinámica que está permitiendo avanzar en la electrificación de apartados hasta ahora limitados a los sistemas eléctricos.
Para los expertos, 2021 será un año clave para el despegue del sector que en los últimos años ha logrado atraer algo el interés de los inversores. Unos fondos que han permitido desarrollar algunas alternativas, pero muy lejos de las cifras que se necesitarían para crear una verdadera industria.
Algo que cambiará el próximo año cuando se presenten una amplia variedad de aviones eléctricos e híbridos, que abrirán las puertas de la inversión gracias a unas características muy destacables, que permitirá comenzar a planificar una verdadera alternativa más allá de los simples renders y promesas de futuro.
Una de las claves será la llegada de los primeros aviones diseñados desde cero para albergar un sistema eléctrico. Hasta ahora, se habían realizado conversiones que suponían una alternativa más rápida y económica de demostrar las posibilidades. Pero el diseño de un avión desde su base para ser eléctrico marcará un antes y un después.
Así lo ha indicado Kevin Noertker, cofundador de la startup Ampaire, que además ha añadido otro de los retos a superar por la industria que estos primeros modelos diseñados desde cero permitirán lograr. Según el directivo, el problema es que «se necesita mucho tiempo y mucho dinero para construir un nuevo avión desde cero. Pasarán de cinco a siete años antes de que obtenga un diseño específico. Muchas empresas están tratando de demostrar que estamos equivocados, pero si tienen éxito, haremos un mundo mucho mejor «.
Pero en la actualidad ya hay algunas empresas que están en una avanzada fase comercial y de desarrollo. Es el caso de Eviation. Una de las startups con más recorrido del sector. Su nuevo avión eléctrico, Alice , llamó la atención de los inversores después de que una versión conceptual lograra completar un vuelo de demostración durante el Salón Aeronáutico de París en 2017. Desde entonces, el avión, de nueve asientos y con un coste de 4 millones de dólares, ha recibido más de 150 pedidos basados en la promesa de una autonomía de hasta 1.000 kilómetros gracias a una batería desarrollada por Phinergy.
Otro ejemplo de la buena dinámica es la compañía Wright Electric, que hace ya tres años presentó su primera propuesta. Un avión eléctrico de pasajeros de 186 plazas de tamaño similar al Airbus A320 y B737, destinado a rutas de corto recorrido de hasta 500 km.
Una compañía que ha indicado que han firmado un acuerdo con la aerolínea Easyjet para la fabricación de una flota de aviones, que deberían estar listos para comenzar sus operaciones en 2030 y que contarán con características como una batería extraible que permitirá acortar los tiempos de espera en pista.
Otros incluso son más optimistas, y esperan comenzar sus operaciones ya en 2021. Es el caso de la startup Archer Aviation, que ha desarrollado un modelo de despegue vertical, eVTOL, con capacidad para hasta cuatro pasajeros y capaz de moverse a velocidades de hasta 240 km/h y en distancias que llegarán a los 100 kilómetros.
Una iniciativa que espera convertirse en la primera aerolínea totalmente eléctrica del mundo con unos primeros viajes ya programados para 2021, y que además sacarán el máximo partido al bajo coste operativo de este tipo de sistemas con precios por viaje similares a los de un taxi, entre 3 y 6 dólares por pasajero y milla.
Pero al igual que el resto de compañías, Archer está en el difícil proceso de lograr la certificación de la Administración Federal de Aviación (FAA) de los Estados Unidos. No solo para lograr incorporar a las nuevas formas de vuelo, como los modelos de despegue vertical, sino también añadir las tecnologías como los vuelos autónomos con los que también choca una legislación que de momento obliga a contar con un piloto en la cabina.
En total se estima que en estos momentos hay unos 200 aviones eléctricos en fase de desarrollo. Una amplia variedad que incluye modelos a batería, pero también a hidrógeno e híbridos, que se benefician del incremento de la inversión que tendrá que alcanzar según los expertos entre 17.000 y 40.000 millones de dólares en los próximos años para lograr convertir el sueño de los aviones eléctricos en una realidad. Sin duda, un reto muy importante del que dependerá la velocidad de implantación de la tecnología.
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