Mientras que en California Tesla cierra la fábrica y empieza a agotar stock, en China han retomado a tope la producción con 3.000 unidades semanales

Esta semana Tesla ha confirmado el cierre de la planta que tiene en Fremont, California, así como la paralización temporal de la Gigafábrica de Nevada. Algo que respondía a la expansión del coronavirus que amenaza con fuerza a Estados Unidos que ya se ha convertido en el país con más contagiados del mundo, superando a China. Una situación que está provocando que el stock de unidades con el que cuenta Tesla en sus instalaciones empiece a reducirse de forma importante.

Así se puede ver en unas fotos aéreas que muestran las campas y las zonas de almacenamiento de Tesla en Fremont, y donde se puede observar como la densidad de unidades se había reducido de forma sustancial respecto a fechas anteriores, quedando sólo unas pocas unidades estacionadas. Y eso que apenas hace tres días del cierre de la planta que se ha producido el pasado martes.

Algo que nos anticipa que muy posiblemente en las próximas semanas los nuevos pedidos vayan a empezar a sufrir retrasos o plazos bastante más largos de los habituales mientras se mantiene un cierre que se estima durará un par de semanas. Unos plazos que ya empiezan a tener su efecto en el configurador que en la versión para Estados Unidos ha ampliado el tiempo de espera para un Model 3 hasta las 8 o 12 semanas. Algo que supone que los norteamericanos tendrán que esperar entre dos y tres meses para recibir una unidad. Un dato que muy posiblemente empeore en los próximos días.

Mientras tanto en China

La otra cara de la moneda es la fábrica de Tesla en Shanghái. Allí la parada de la producción por el año nuevo chino y por la expansión del coronavirus supuso una detención temporal que ya ha sido superada. Además Tesla ha confirmado que han logrado aprovechar este tiempo para actualizar las líneas de producción y elevar el ritmo de fabricación.

Según fuentes locales, Tesla habría logrado pasar de las 2.000 unidades a la semana a las 3.000 unidades, algo que les permitirá alcanzar la capacidad estimada en un primer momento de 150.000 unidades al año.

Esto supone todo un respaldo para una Tesla que tendrá que poner en pausa temporalmente sus trabajos en Fremont y Nevada, pero que continúa moviendo producto gracias a su apuesta por diversificar la producción con la instalación china. Algo que junto con sus reservas en caja que se han estimado en 8.000 millones de dólares, permitirá a los de Elon Musk sortear esta grave crisis saliendo reforzado e incluso manteniendo sus planes de expansión de la propia fábrica de Shanghái.

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