Hace unos días repasábamos las predicciones de Bloomberg sobre la evolución de los precios de las baterías para coches eléctricos, donde veíamos como para 2023 el coste del kWh caería hasta los 100 dólares. Una dinámica imparable en los últimos años que además se ha acompañado por una evolución de las químicas que ha permitido ofrecer cada vehículos con más autonomía, sin aumentar precios.
Así lo ha estipulado en un informe el Departamento de Energía de los Estados Unidos, que ha elaborado un gráfico bastante ilustrativo de esta tendencia, y donde vemos como en nueve años las autonomías de los coches eléctricos se han disparado.
Como podemos observar, en 2011, el inicio de la era moderna del coche eléctrico, la autonomía media apenas llegaba a los 100 kilómetros, mientras que la máxima rondaba los 140 kilómetros. Cifras que hoy en día han quedado en el olvido para la mayor parte de los fabricantes, no todos, que además se acompañaban por un coste del vehículo muy elevado, que en algunos casos completaba con una química poco resistente que daba como resultado degradaciones prematuras.
Pero como vemos en el gráfico, la situación ha ido mejorando de forma paulatina, con una autonomía media que ha vivido en 2016 su gran salto adelante cuando llegó a los 320 kilómetros. Por su parte la autonomía máxima ya ha sufrido un salto adelante con la llegada en 2012 del Tesla Model S, que disparó el alcance hasta los 400 km.
Una de las curiosidades es que según el Departamento de Energía, entre 2016 y 2017 ha autonomía media ha bajado ligeramente, hasta que en 2018 comenzó de nuevo a aumentar gracias a la llegada al mercado de nuevas propuestas, como el Tesla Model 3 o el Hyundai Kona entre otros. Algo que ha permitido que en la actualidad la media esté por primera vez por encima de los 400 kilómetros.
Por su parte la autonomía máxima también ha logrado en 2020 su puntuación más elevada, superando por primera vez los 640 kilómetros.
Esto significa que desde 2011 las autonomías medias han crecido una media del 29% cada año, mientras que el precio de las baterías ha bajado hasta 2020 un 18% cada año de media. Una tendencia que como vemos, continuará en los próximos años lo que dará como resultado unos vehículos con cada vez más autonomía y con precios más competitivos, lo que sin duda hará que proyectos de prohibición de ventas de coches con motor de combustión a largo plazo, queden obsoletos antes de tiempo empujados por la evolución de la tecnología.
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Fuente | DOE