Cuando BMW presentó su próxima generación de coches eléctrico en marzo, en concreto la berlina i4 y el SUV iX, hubo una característica común a ambos coches que no dejó indiferente a nadie. En la parte delantera de ambos coches, se encontraba el sello distintivo de BMW: las dos rejillas en forma de riñón.
Sin embargo, estas eran mucho más grandes que las empleadas en los modelos de combustión del fabricante de alemán y aparentemente estaban en posición vertical, con una celosía negra brillante en lugar de las barras verticales comúnmente usadas.
“Los riñones no son solo un sistema de refrigeración por aire,” explica el jefe de diseño de BMW, Domagoj Dukec. «Es el diferenciador más fuerte entre nosotros y nuestros competidores.» Sin embargo, BMW no es la única marca dentro de esta tendencia. A medida que los fabricantes de coches tradicionales se trasladan a los sistemas de propulsión eléctricos, están reinventando las parrillas, consiguiendo resultados llamativos, a veces algo extraños.
El nuevo Hummer eléctrico de GMC, que comenzará a producirse en otoño, presenta también una reinterpretación de la famosa parrilla de siete ranuras del SUV. General Motors ha abandonado las típicas ranuras en favor de seis bloques que deletrean la palabra «Hummer». Sin embargo, si se mira con atención, aún pueden distinguirse siete ranuras que recubren las letras. «Nos estamos divirtiendo con esto,» dice Rich Scheer, director de diseño del Hummer EV.
El primer fabricante de la historia en vender cientos de miles de vehículos eléctricos en los Estados Unidos, Tesla, tuvo el privilegio de prefijar las expectativas de los consumidores sobre cómo se supone que deberían ser los coches eléctricos. En 2016, cuando Tesla le dio al Model S su primer restyling, reemplazó el óvalo negro brillante en la parte delantera del coche, que actuaba a modo de falsa parrilla.
Gordon Platto, diseñador principal del nuevo Ford Mustang Mach-E dijo: «De hecho, me asombró la cantidad de refrigeración que necesitábamos. Con las baterías y los motores situados a lo largo de la parte inferior del coche, las reducidas tomas de aire se sitúan en la parte baja del paragolpes. El suavizado en la parte delantera también contribuye a la aerodinámica, lo que se traduce directamente en una mayor autonomía.»
Aunque Tesla simplemente incrustó una falsa parrilla en sus paragolpes, sin ninguna funcionalidad, algunos fabricantes literalmente han cubierto las aberturas tradicionales de las versiones eléctricas derivadas de modelos de combustión. Las versiones eléctricas del Hyundail Kona, del Kia Niro y del SUV XC40 Recharge de Volvo, por ejemplo, cuentan con paneles sobre el antiguo espacio destinado a la toma de aire.
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Fuente | Bloomberg