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Después de alcanzar los 100 dólares por kWh, ahora la industria se marca el objetivo de los 60 dólares el kWh

El coste de las baterías ha sido desde el inicio de la nueva era del coche eléctrico una de las principales barreras para su expansión masiva. Pero poco a poco las astronómicas cifras iniciales fueron bajando hasta lograr alcanzar en 2020 el objetivo marcado por muchos como el hito a lograr. Los 100 dólares el kWh. Una cifra que ahora parece no será suficiente para conseguir que un sistema eléctrico sea más económico que un diésel o gasolina.

El pasado mes de septiembre durante el «Battery day» Elon Musk ya puso sobre la mesa que para lograr que el coche eléctrico consiga unos niveles de producción similares a los de combustión, sería necesario poner a dieta los precios de las baterías y rebajar todavía más sus cifras. 

Musk indicó que sería necesaria una rebaja de otro 40% para alcanzar este punto de inflexión, lo que supondría llevar el coste del kWh hasta una cifra cercana a los 56 dólares el kWh.

Un aspecto que el pasado mes de marzo el gigante Volkswagen también lo confirmó durante el «Power day» donde desgranó su estrategia para el coche eléctrico, y donde se indicó que el precio de las celdas tendrían que llegar a los 60 dólares el kWh.

En el caso de los alemanes, para lograrlo, y dependiendo del sector, utilizará tres tipos de cátodos diferentes en sus celdas de diseño unificado: LFP (litio-ferrofosfato) en los vehículos de acceso, ricos en manganeso (eliminando el costoso cobalto y reduciendo la cantidad de níquel) para los modelos de volumen, y NCM (níquel, cobalto y manganeso) en las propuestas premium.

De lograrse, esto supondría el alcanzar una cifra por debajo de los 100 dólares el kWh en pack. Un número que debería convertir a los eléctricos en una alternativa más económica que los modelos de combustión, lo que facilitará la electrificación de los segmentos de volumen y por lo tanto, acceder a una economía de escala que rebaje los costes del resto de componentes que forman un coche eléctrico.

Una cifra que podemos comparar con los casi 1.200 dólares el kWh marcado en 2010 durante el inicio de la era moderna del coche eléctrico. Una cifra que bajó hasta los 500 dólares entre 2014 y 2015, y que con el incremento del número de fabricantes y ventas logró rápidamente un descenso hasta los 300 dólares en 2016.

Una dinámica que pavimentó el camino para que algunos fabricantes, como Panasonic o CATL, hayan logrado en 2020 alcanzar la cifra de 100 dólares el kWh en celda, lo que acerca peligrosamente para los modelos de combustión las cifras a unos números capaces convertir a los eléctricos en una alternativa más económica de producir.

¿Cuándo se producirá esto? De momento los expertos no dan cifras concretas, pero a la vista de la enorme cantidad de gigafábricas de baterías que se están poniendo en marcha en todo el mundo, y el incesante incremento de demanda de vehículos, sería extraño que este hito tardase más de dos o tres años en lograrse.

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Vía | TM

 

 

 

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