El compromiso de los fabricantes de coches con la movilidad eléctrica se hace cada vez más notable. Es el caso de Porsche. La marca alemana ya se encuentra trabajando en transformar su gama de modelos en una rama más eléctrica. Ahora, ha pedido a sus casi 1.300 proveedores que utilicen solamente energía renovable para la fabricación de componentes que vaya a utilizar su marca.
Actualmente, la cadena de suministro de Porsche es el responsable del 20% de todas las emisiones, pero se prevé que aumente al 40% para 2030. La marca alemana ha sido un referente para el mercado del motor durante años, a lo que ahora quiere serlo en el proceso de descarbonización, adoptando por completo el movimiento de la electrificación.
Porsche tiene el objetivo de conseguir ser una marca neutral en CO2 para el año 2030, por ello aplicará esta normativa en todos los contratos que se adjudiquen para el suministro de material de producción destinado a nuevos proyectos de vehículos.
En el caso de que alguno no esté dispuesto a hacerlo, Porsche dejará de contar con sus servicios a largo plazo. «Nuestros proveedores de celdas de batería ya están usando energía ‘verde’ desde 2020. Ahora estamos dando el siguiente paso importante: hemos estipulado que el resto de proveedores también empleen solo energía renovable para producir los componentes que nos entregan y así ayudar a reducir aún más las emisiones de CO2», ha subrayado el responsable de Compras de Porsche, Uwe-Karsten Städter.
«Al utilizar solo fuentes de energía renovables, nuestros proveedores están siguiendo nuestro ejemplo en nuestros esfuerzos por alcanzar la neutralidad de CO2 . Planeamos tener conversaciones aún más intensas con nuestros socios para impulsar mejoras en nuestra sostenibilidad. Solo trabajando juntos podremos combatir el cambio climático en curso», continúa.
En 2025, Porsche pretender que el 50% de su flota disponga de un propulsor eléctrico, llegando a invertir 1.000 millones de euros para el proceso de descarbonización durante los próximos diez años. Actualmente, todos los los principales lugares de fabricación de Porsche ya son neutrales en emisiones de CO2 en términos de operaciones, incluida su sede en Stuttgart, Alemania.
Para 2030, Porsche busca eclipsar su objetivo de 2025 y hacer que más del 80% de todos los coches nuevos fabricados sean puramente eléctricos o híbridos enchufables.
A partir de julio de 2021, todos los nuevos contratos con proveedores deberán cumplir con los requisitos de energía limpia de Porsche para hacer cualquier tipo de negocio con el fabricante de automóviles.
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Fuente: Electrek
