La compañía estadounidense se prepara de cara al lanzamiento comercial de Aurora Driver, una solución de conducción autónoma para adaptarse a vehículos ya existentes. Consta de la parte software, los sensores y potencia de procesamiento -hardware-, así como los servicios conectados necesarios. Eso será en 2023, pero antes de eso ha comenzado la fase beta comercial.
Esto significa que Aurora Driver ya se puede utilizar para mover camiones autónomos, pero que el sistema no está terminado, y que se necesitan pruebas de «mundo real» para perfeccionar la inteligencia artificial desarrollada en laboratorio y con simulaciones. Comienza una fase de pruebas con FedEx y PACCAR a lo largo de una ruta de 400 millas -644 km- en el Estado de Texas entre Dallas y Houston.
Los camiones autónomos con Aurora Driver emplean un sistema LiDAR propietario, denominado FirstLight, así como un radar de microondas y cámaras de alta resolución. Si bien Aurora no indica el alcance de los sensores, es el suficiente para que el camión autónomo pueda anticiparse a las situaciones del tráfico, tanto en vías rápidas como en zona urbana.
Hasta la fecha, la compañía dice que los camiones probados han llegado siempre a tiempo a sus destinos. A partir de 2023 Aurora ofrecerá sus «conductores» como un servicio para las empresas de logística, con las esperables mejoras: disponibilidad 24/7, optimización de costes, mayor seguridad, etc. Ante la más que evidente falta de camioneros, este tipo de servicios se van a convertir en una necesidad, más que en un «capricho».
Como podemos ver en el vídeo, Aurora Driver deja una distancia de seguridad importante con los vehículos precedentes, y se adapta a ello en el caso de que ese colchón se vea «invadido» por otro vehículo. El piloto automático ha de lidiar con distintas situaciones, tales como incorporaciones, adelantamientos, e incluso gente paseando el perro cerca de la carretera. El límite de velocidad se respeta a rajatabla.
Durante los meses que quedan antes del lanzamiento comercial, Aurora tendrá que pulir cualquier fallo que vaya apareciendo o situaciones que no se hayan podido resolver adecuadamente por el piloto electrónico. Es imposible que una solución de este tipo quede totalmente terminada sin pisar carretera. Sin ir más lejos, FSD de Tesla va a seguir siendo beta durante un tiempo, mientras se sigue perfeccionado.