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¿Cuánto tiempo puedo estar atrapado en un coche eléctrico durante el invierno?

Ayer comenzó la temporada invernal, y con ella, aumentan las probabilidades de quedarse atascado en algún lugar durante horas a la espera de que mejoren las condiciones o llegue la ayuda. En un coche eléctrico el problema es el mismo que en un térmico, mantener la calefacción durante horas tiene un coste y el tiempo que puede mantenerse encendida depende de la energía que haya a bordo, ya sea en baterías o en un depósito de combustible.

En un coche eléctrico que no se mueve solo consumen electricidad los accesorios y la calefacción. Vamos a suponer que nos enfrentamos a una noche tan fría que se rajan las piedras, hasta -20 ºC, temperatura muy poco habitual en España salvo zonas y días puntuales. Mantener el habitáculo caliente tendrá un coste de 1 a 5 kW cada hora.

Cuanto más frío haga fuera, mayor será el esfuerzo del climatizador. Mantener la temperatura tiene menos coste energético que elevarla, por lo que una vez alcanzada la temperatura de confort el consumo puede bajar a 1 kW cada hora. De esta forma, siendo optimistas, harán falta 8 kWh para una parada forzosa de 8 horas. En un Nissan Leaf de primera generación (24 kWh) eso implica un tercio de su autonomía si las baterías están repletas.

El sistema de calefacción más eficiente es el de bomba de calor, otros sistemas consumen más energía. No hace falta tener el habitáculo a 24 ºC, temperatura recomendada por la DGT para conducir, se puede mantener a 20 ºC e incluso a 15 ºC con un saco de dormir estándar y una ropa mínimamente adecuada para la ocasión. Algunas personas consideran incómodo dormir a 15 ºC, pero la alternativa -temperatura exterior- no es una opción mejor.

Las cuentas no son muy diferentes en un coche térmico. Dependiendo del motor, el consumo típico de la calefacción es de casi 1 a 2 litros por hora. La cantidad de combustible en el depósito determina si la calefacción puede estar puesta el tiempo suficiente. De ahí viene el consejo de circular en invierno con el depósito lleno, a ser posible, por la eventualidad de quedarse uno tirado en un sitio y necesitar la calefacción. Y ojo, todo esto siempre y cuando el tubo de escape tenga vía libre, o hay riesgo de intoxicación por monóxido de carbono. En un eléctrico ese riesgo es cero.

Hay que recordar la situación que se dio en la AP-6 en enero de 2018, cuando miles de conductores quedaron atrapados en una autopista cortada por una gran nevada. Hasta 18 horas se quedaron algunas familias con niños pequeños aprisionadas en sus coches sin tener a dónde ir. Tampoco queda tan lejos en el tiempo el temporal Filomena, que no atascó a la gente en autopistas remotas, sino en la misma M-40 y la práctica totalidad de carreteras de más de media península.

Moraleja: si la previsión metereológica no es favorable, razón de más para circular con las baterías llenas. Los desplazamientos que no sean necesarios pueden dejarse para otro día, y tener ciertos pertrechos en el maletero pueden marcar una enorme diferencia (cadenas de cualquier tipo, mantas, sacos de dormir, aislantes térmicos para los cristales, guantes, barritas energéticas, agua, etc.) si nos vemos obligados a estar durante horas en el coche.

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