Los años 80 son considerados por muchos aficionados como la era dorada de los rallys, algo debido principalmente a los salvajes Grupo B, una categoría creada en 1982 en la que competían vehículos extremadamente potentes, ligeros y tecnológicamente avanzados. Estos monstruos de cuatro ruedas tuvieron una carrera efímera, pues en 1986 fueron prohibidos a raíz de una serie de accidentes mortales que dejaron patente su peligrosidad.
Entre los máximos exponentes del Grupo B podemos encontrar a los Audi Quattro, Lancia 037 y Delta S4, MG Metro 6R4, Peugeot 205 Turbo 16 y Renault 5 Maxi Turbo. Ford, una marca que venía de ganar el Campeonato Mundial de Rally en 1979 con el Escort, no quiso quedarse al margen y desarrolló su propio Grupo B: el legendario RS200.
El RS200 no derivaba de ningún modelo de la gama Ford, sino que fue un desarrollo específico para la competición. Se trataba de un radical deportivo de motor central-trasero dotado de tracción a las cuatro ruedas. Su propulsor de cuatro cilindros con turbocompresor rendía en su versión Evolution la friolera de 580 CV.
Dado que no recibió la homologación del Grupo B hasta principios de 1986, año en el que terminó prohibiéndose dicha categoría, la carrera del Ford RS200 en el Campeonato Mundial de Rally fue extremadamente corta. Sin embargo, el modelo sí que tuvo una prolífica vida en los campeonatos nacionales y en las categorías de rallycross.
El Ford Vision RS2.00 no llegará a las calles
Debido a su radicalidad y a lo efímero de su existencia, a día de hoy el RS200 es recordado como uno de los vehículos de competición más míticos de Ford. Probablemente debido a su estatus de leyenda, el equipo de diseño europeo de la firma del óvalo ha decidido reinventarlo para el último libro del experto en la industria del motor Steve Saxty, en el cual se revelan varios proyectos secretos del fabricante.
El Ford Vision RS2.00 ha sido concebido como un vehículo eléctrico con claras reminiscencias a su ilustre predecesor, incluidas las ópticas redondas y el enorme alerón que preside su trasera. De acuerdo con Michael Barthly, encargado del diseño, su objetivo era «respetar el ADN del RS200 pero con un toque futurista». Aunque el Vision RS2.00 no llegará a producción, sí que aparecerá en algunos videojuegos de carreras.
«Debido a que el original está tan fuertemente vinculado a su época, pensé que era importante imaginar un nuevo automóvil que pudiera convertirse en un icono para las generaciones futuras. El Vision RS2.00 juega con el pedigrí del RS200, al tiempo que ofrece cambios para convertirlo en un corredor digital que una nueva generación de amantes de los automóviles de carreras encontrará eficiente y entretenido para jugar».
Fuente | Auto Express
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