Stephan Winkelmann, director ejecutivo de Lamborghini, ha confirmado durante una reciente entrevista que la firma italiana se electrificará gradualmente a lo largo de los próximos años. Así, en 2023 se lanzará el sustituto híbrido enchufable del Aventador (solución técnica que también adoptarán los Urus y Huracán en 2024 y 2025 respectivamente), y en 2028 un eléctrico puro encuadrado en un segmento en el que actualmente la marca no tiene presencia.
De acuerdo con Winkelmann, la hibridación de sus tres actuales modelos permitirá reducir las emisiones medias de la gama a la mitad. Según el cronograma interno de la compañía, 2022 será el último año en el que Lamborghini tendrá una alineación compuesta exclusivamente por modelos térmicos. Esta rápida electrificación será posible en gran medida gracias al apoyo del Grupo Volkswagen.
«Para 2025 ofreceremos solo híbridos en nuestra gama. Esto nos servirá para reducir las emisiones de dióxido de carbono en al menos un 50%. […] siempre dijimos que no necesitábamos ser los primeros, pero cuando lo hagamos, necesitamos ser los mejores, y eso es algo que creemos firmemente que va a suceder».
A pesar de todo, Lamborghini no renunciará durante mucho tiempo a los motores térmicos de gran cilindrada; sin ir más lejos, el heredero del Aventador estrenará un V12 completamente nuevo. Este propulsor cumplirá con las últimas regulaciones de emisiones, algo que posiblemente solo sea posible en asociación a un sistema híbrido.
Lamborghini cuenta con el respaldo del Grupo Volkswagen
Los rumores indican que el primer coche eléctrico de Lamborghini será una berlina deportiva, aunque no se descarta que finalmente se trate de un gran turismo de dos puertas. Aunque la firma dispone de un SUV en su gama (Urus), nunca ha comercializado un sedán, si bien en el pasado coqueteó con la idea de lanzar un hermano del Porsche Panamera (Lamborghini Estoque Concept de 2008).
Es altamente probable que este vehículo aproveche los últimos desarrollos tecnológicos llevados a cabo por Audi, Porsche y la propia Volkswagen en materia de electrificación; de hecho, no sería de extrañar que parta del futuro Porsche Panamera eléctrico, cuyas entrañas serán compartidas con los próximos Audi A8 y Bentley Mulsanne.
Por el momento no parece que Lamborghini tenga un cronograma definido para su electrificación total, si bien las nuevas normativas europeas obligarán a que la marca transalpina abandone los motores de combustión interna como tarde en 2035. Posiblemente la electrificación de sus superdeportivos se apoye en los desarrollos conjuntos de Porsche y Rimac, actuales dueños de Bugatti.
