Mientras algunos fabricantes de nuevo cuño tienen unas valoraciones en bolsa espectaculares -e hiperinfladas-, no pasa eso con los fabricantes tradicionales. Ford Motor Company, uno de los más veteranos, aspira a ser el segundo fabricante estadounidense de coches eléctricos, SUV y pick-up, si General Motors lo permite.
Hará unos días emergió un rumor que, citando fuentes anónimas, indicaban que Ford estaba valorando sacar a bolsa una división exclusiva para vehículos eléctricos para capitalizar esa sed inversora por empresas como Tesla o Rivian y pegar el pelotazo. Sería una estrategia para captar grandes masas de capital para financiar una costosísima transición.
Ya lo había negado una portavoz de Ford, y ahora lo niega el CEO en persona, Jim Farley: «A pesar de las especulaciones de la prensa, no tenemos planes de escindir nuestra línea de negocio eléctrica o la de combustión interna». Las palabras, dichas en una conferencia de Wolfe Research, se completaron así: «Realmente se trata más de concentración y capacidades, experiencia y talento. Esas son claves para Ford y en eso estamos trabajando».
Ford ha comprometido hasta la fecha 30.000 millones de dólares para electrificarse de aquí a 2025. Es mucho dinero. Además, también se especula que el fabricante podría poner sobre la mesa aún más dinero, entre 10.000 y 20.000 millones extra hasta 2032 para afrontar la conversión de sus plantas y suprimir la mayoría de versiones de combustión interna. No sería la primera vez que un fabricante aumenta su apuesta a partir de una cifra grande.
Aunque a primeros de año Ford había casi duplicado su valor en bolsa en solo unos meses, todo ese terreno ya lo ha perdido. Desde que empezó 2022, Ford ha perdido la cuarta parte de su valor. Está sometido también a cierto nivel de especulación, pese a que el negocio no va mal, van a repartir dividendos el 1 de marzo al haber beneficios en el ejercicio 2021.
A pesar del castigo en bolsa que han sufrido varios fabricantes de automóviles, hay que recordar que Ford posee muchas acciones de Rivian Automotive. En su momento invirtieron 1.200 millones de dólares, cantidad que se ha multiplicado por siete, pero que aumentó mucho más cuando Rivian alcanzó su pico de cotización. Puede que Ford ahora no atraiga mucha inversión, pero solo este año ya están produciendo en serie Mustang Mach-E y E-Transit, el siguiente será el pick-up F-150 Lightning, con una lista de 200.000 reservas.
