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¿Cuánto nos costará cargar un coche eléctrico si no tenemos plaza de garaje? Un estudio estima que unos 1.000 euros al año

El tener una plaza de garaje es una cuestión muy recomendable si tenemos un coche eléctrico. Tanto por comodidad a la hora de cargar el coche, como por una cuestión económica, ya que podremos acceder a tarifas más bajas que las recargas públicas. Pero ¿Cuál es la diferencia respecto a no tener plaza? La respuesta nos llega desde un estudio que estima el sobrecoste de no tener una plaza de garaje propia.

Como decimos, el tener un coche eléctrico y una plaza tiene componentes más allá de los económicos. Y es que el poder cargar siempre que necesitemos el vehículo, y además hacerlo en nuestra vivienda, supone un extra respecto a tener que depender de forma frecuente de la visita y correspondiente espera en un punto público.

Pero atendiendo sólo al aspecto económico, el portal británico Electrifying.com ha realizado una estimación de la diferencia de coste entre cargar en nuestra vivienda y hacerlo en una estación pública. Una comparativa que ha determinado que hacerlo en la calle es mucho más caro que en casa.

El estudio indica que los conductores con acceso a su propio punto de carga privado que cuentan con una tarifa nocturna económica, ahorrarán miles de euros durante la vida útil de sus coches en comparación con aquellos que dependen de la infraestructura de carga pública.

Entre los factores que determinan esto está la carga impositiva. La tasa de IVA en la red pública en el Reino Unido es del 20%. Un 21% en España como recordamos. Una cifra que en el caso de la recarga doméstica es mucho menor siendo en la actualidad el 10% en España.

Coste de la recarga doméstica frente a la pública

Tomando como ejemplo un conductor de un coche eléctrico que recorra unos 16.000 km al año, y como referencia las tarifas en Reino Unido, esto supondría que el cliente del coche eléctrico con plaza de garaje y que use una tarifa nocturna tendrá que afrontar un coste mensual de unos 16.2 euros. Por su parte si el cliente no puede acceder a una tarifa nocturna, y por cualquier razón solo puede cargar durante las horas pico, el coste mensual se irá hasta los 66.3 euros.

Por su parte el cliente de un coche eléctrico que cargue en una vía pública en una estación rápida tendrá que enfrentarse a un coste medio de unos 59 céntimos de euro el kWh, lo que supone que con el mismo kilometraje, el propietario tendrá que enfrentarse a una tarifa mensual de 108.6 euros, o 1.303 euros/año.

El resultado es que la diferencia entre cargar en casa con una tarifa nocturna, y hacerlo en un punto público será según el estudio de unos 92.3 euros mensuales, que suponen 1.107 euros al año.

Eso si, incluso usando una toma de carga rápida de forma habitual, el propietario del coche eléctrico tendrá una factura mensual menor que un modelo gasolina de similares características. Un modelo que con los precios actuales de los carburante tiene un coste mensual en el mercado británico de 145 euros al mes. Unos 436 euros al año a favor del eléctrico.

Entre las propuestas para hacer incluso más atractiva la recarga pública está desde aplicar una tasa impositiva más favorable, aunque sea temporalmente, y también favorecer que los operadores apliquen tarifas nocturnas más económicas durante las noches en los puntos públicos. Algo que permitirá sacar mayor partido a la red con un mayor uso en las horas de menor afluencia, y que coinciden con un coste eléctrico también más bajo.

Unas medidas que ayudarán a democratizar el coche eléctrico incluso entre aquellos que no puedan tener una plaza de garaje. Una opción que también tiene sus costes en caso de no ser en propiedad, como el alquiler, o el coste operativo del propio punto si no está conectado al contador de la vivienda, lo que hace que tenga que pagar unos costes fijos como potencia.

La conclusión es que está claro que contar con una plaza es una ventaja importante desde el punto de vista económico, de comodidad, pero también podemos ver que cargar en las estaciones públicas ya es por regla general más barato que repostar un coche con motor de combustión.

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