Desde hace años venimos escuchando noticias de baterías milagrosas capaces de llevar a los coches eléctricos a cifras de autonomía similares a los modelos de combustión. Pero también hay la vertiente de aquellas capaces de ser cargadas en el tiempo de repostaje de un coche diésel o gasolina. Ahora estos desarrollos se acercan a la fase comercial, como los diseños de la británica Nyobolt que ha logrado cerrar una ronde de financiación clave que le acerca a su producción real.
En total han logrado recaudar en esta última fase 50 millones de libras esterlinas, unos 58 millones de euros, lo que según la empresa les permitirá terminar la fase de investigación y levantar la primera línea de fabricación en 2023. Una línea que según la nota de prensa, tendrá capacidad para sacar adelante millones de celdas al año.
La clave del desarrollo de Nyobolt está en un ánodo que utiliza niobio y tungsteno, metales que se caracterizan por su estabilidad y que habitualmente se usan en la industria para fortalecer el acero o crear aleaciones de acero. Un material que usado en las baterías permitirá desarrollar sistemas más resistentes compatibles con recargas ultrarrápidas que permitirán recargar una batería media en apenas 5 minutos.
La compañía, con sede en Cambridge, se está enfocando actualmente segmentos como los modelos de competición, que serán los primeros en poder sacar el máximo partido a una tecnología que indican que también podrá ser usada en el mercado de masas, tanto en coches eléctricos como en vehículos pesados como camiones o autobuses.
Según la profesora Clare Grey, científica en jefe y cofundadora de Nyobolt: «Estamos emocionados de mover nuestras tecnologías del desarrollo desplegarse en el mercado. Fundamos Nyobolt tras el descubrimiento de nuevas tecnologías de ánodos que contienen tungsteno con una notable capacidad de carga rápida para llevar estas propiedades al mercado en aplicaciones que afectan a todos los aspectos de la vida diaria”
“La financiación de HC Starck ayudará a Nyobolt a ampliar nuestras operaciones en el Reino Unido y los Estados Unidos y traer una solución más sostenible a la industria del almacenamiento de energía”.
Unas baterías que además de romper con el mito de la lenta carga de los coches eléctricos, e igualar los tiempos con los modelos de combustión, permitirá según sus diseñadores acceder a una tecnología que afronta uno de los grandes retos del sector desde el primer momento. El reciclaje. Y es que estas celdas contarán con una capacidad para ser fácilmente recicladas, lo que reducirá su huella de emisiones y permitirá producir nuevas celdas sin tener que afrontar complejos sistemas químicos.
Fuente | Nyobolt
