En la actualidad, los coches de producción en serie -o simplemente matriculables- más rápidos están en el entorno de 2 a 3 segundos para alcanzar los 100 km/h. Eso significa que pueden experimentar una aceleración superior a la de la fuerza gravitatoria terrestre, que es, redondeando, 9,8 m/s2 o 1 G. El Rimac Nevera es capaz de bajar de 2 segundos con más de 1.000 CV de potencia.
¿Cuánto se puede bajar de 2 segundos? Matija Renić, ingeniero jefe del Rimac Nevera, dio la respuesta a los compañeros de The drive: «por debajo de 1 segundo». Eso es lo posible, pero dentro de un tiempo. Ya nos vamos acercando a los límites que un conductor puede tolerar en su cuerpo sin haber hecho un entrenamiento especial, más de 3 G.
Es posible tolerar aceleraciones superiores. Un dragster de élite puede hacernos experimentar una aceleración superior a 5 G durante unas décimas de segundo, y en las catapultas de despegue de los portaaviones los pilotos superan puntualmente los 15 G, al recorrer menos de 100 metros en medio segundo. Cuando ya están en el aire, ya van a más de 300 km/h.
Un Fórmula E ya es capaz de bajar de 3 segundos en la aceleración de 0 a 100 km/h, así que sí, tenemos coches matriculables que ya pueden acelerar tan rápidamente como un coche de carreras. La pregunta que hemos de hacernos a continuación es: ¿acaso es necesario? Apenas encontraremos situaciones de circulación en las que sea imperativo alcanzar 100 km/h tan rápidamente, aunque haberlas, haylas.
Acelerar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos es el equivalente a ser sometido a la fuerza gravitatoria estándar, 1 G o 9,8 m/s2
Para poder acelerar tan fuertemente han de darse varias circunstancias. Simplificando mucho, los motores tienen que contar con mucha fuerza instantánea, que sale de las baterías, y los neumáticos no solo deben recibir esa fuerza, sino transmitirla al asfalto de forma eficiente para no perder milisegundos en pérdidas de tracción. ¿A qué nos lleva eso? A neumáticos especialmente caros, por estructura y por compuesto.
A finales de los años 60 se pusieron de moda los muscle cars en EEUU, coches que con potencias de 300-400 o más CV -en esa época se daban brutos y no netos- eran capaces de bajar de 6 segundos en alcanzar las 60 millas por hora (96 km/h). Mirándolo con perspectiva, era un prodigio conseguir eso con los compuestos de la época y con ruedas de 14-15″ que ya le quedan ridículas a un utilitario moderno.
Al ritmo al que avanza la técnica, seguro que se acaban alcanzando los 100 km/h en menos de un segundo en coches de calle. No será para cualquier coche de calle, aunque actualmente ya hay coches eléctricos de precio asumible que dejarían en ridículo a los bólidos de los 80 y los 90 sin grandes complicaciones (al menos, hasta 100 km/h y en línea recta). Que sea algo estrictamente necesario, meh.