Un portavoz de la marca estadounidense Dodge, perteneciente al gigante Stellantis, ha confirmado que los dos modelos más icónicos de su gama, los Charger y Challenger, pasarán a ser 100% eléctricos en sus próximas generaciones. Esto será posible gracias al banco de órganos y plataformas del grupo franco-italo-americano.
La transformación de estos icónicos muscle cars, máximos representantes de una forma de entender el automóvil en vías de extinción, ejemplifica a la perfección el radical cambio que está viviendo la industria en la actualidad: ni siquiera los deportivos norteamericanos, conocidos desde hace décadas por sus monstruosos motores V8, serán inmunes a ello.
De acuerdo con el correo enviado por el portavoz de la marca al medio especializado Motor1, los Charger y Challenger no solo perderán el mítico V8 Hemi que impulsa actualmente a sus versiones más potentes, sino que todas sus variantes con motor de combustión interna serán descontinuadas. «El Hemi en esa plataforma, al igual que la propia plataforma, desaparecerán. La próxima generación será BEV».
La plataforma en cuestión es la LX de Chrysler, que data del ya lejano año 2005. Dicha arquitectura ha recibido numerosas evoluciones a lo largo del tiempo (los Charger y Challenger utilizan versiones modificadas de la misma, denominadas respectivamente LD y LA); sin embargo, su dilatada carrera llegará a su fin a mediados de la década.
Los Dodge Charger y Challenger emplearán la plataforma STLA Large
Todo apunta a que los futuros Charger y Challenger harán uso de la nueva plataforma STLA Large, una arquitectura de tracción trasera/total diseñada para vehículos de los segmentos D (medianos), E (ejecutivos) y F (representación) con longitudes comprendidas entre los 4,70 y los 5,5 metros. En un principio, empleará algunos elementos de la plataforma Giorgio de Alfa Romeo (dirección, suspensiones…).
Sus baterías tendrán entre 101 y 118 kWh, lo que le permitirá anunciar una autonomía máxima de 800 km WLTP. Será compatible con dos tipos de módulos de accionamiento eléctrico: uno de 170-245 CV (125-180 kW) y otro de 204-449 CV (150-330 kW). Gracias al uso combinado de dos o tres módulos, los modelos más prestacionales asentados sobre esta base serán capaces de superar la barrera de los 1.000 CV.
La plataforma STLA Large, que será utilizada por marcas como Alfa Romeo, Chrysler, Jeep o Maserati, también contará con un sistema eléctrico de 800 voltios, por lo que ofrecerá unos tiempos de carga muy competitivos. Dodge ha confirmado que su primer muscle car 100% eléctrico (probablemente el sustituto del Challenger) se lanzará en el año 2024.
Fuente | Motor1
