California prohibirá los camiones diésel en sus carreteras en un proyecto que desnuda los muchos retos a superar

California prohibirá los camiones diésel en sus carreteras en un proyecto que desnuda los muchos retos a superar

5 min. lectura

Publicado: 23/11/2022 09:37

La Junta de Recursos del Aire de California (CARB) ha presentado su propuesta de ley para comenzar a prohibir los sistemas diésel en el transporte pesado en sus carreteras. Un proyecto ambicioso que busca la reducción de unas emisiones contaminantes que afectan especialmente a zonas vulnerables. Un proyecto que ha desnudado los muchos retos por superar, entre los que destaca el despliegue de infraestructura de carga, pero también el casi absoluto desconocimiento de los empresarios del transporte sobre los camiones eléctricos.

El proyecto exigirá que los nuevos camiones que operen en vías y puertos concurridos deberán ser modelos 100% eléctricos a partir de 2024. Esto para las nuevas adquisiciones. Por su parte los actuales tendrán que ir abandonando paulatinamente estas zonas según se termine su vida útil, con un plazo máximo de 2035 para estos lugares, que se extenderá a todo el estado para 2045. Fecha para la cuál no podrá circular ningún camión ni autobús diésel por las carreteras de California.

La regulación propuesta de Advance Clean Fleets se dirige primero a las zonas donde hay mayor densidad de circulación de camiones. Principalmente cerca de los centros logísticos, puertos marítimos y vías férreas. La junta dice que la contaminación en estas áreas afecta a las comunidades de manera desproporcionada.

Según el informe: «Muchos vecindarios de California, especialmente comunidades vulnerables y de bajos ingresos, viven, trabajan, juegan y asisten a escuelas muy cerca de puertos, terminales ferroviarias, centros de distribución y corredores de carga. Zonas que experimentan el mayor tráfico de camiones del estado y que están expuestos al impacto de la contaminación de los motores diésel«.

Esta propuesta como era de esperar, ha contado con el visto bueno de comunidades y grupos ambientalistas, que han pedido que se acelere la implantación en la medida de lo posible, en una flota actualmente formada por apenas 2.000 vehículos, principalmente autobuses escolares.

En 2035 el 50% de los camiones vendidos serán eléctricos. En 2040 serán el 85%

Pero sin duda la parte más curiosa son las alegaciones de los profesionales del transporte. Unas quejas que se han centrado principalmente en la falta de infraestructura de recarga. Una de las principales asignaturas pendientes de la tecnología a los que se suman las diferencias tecnológicas, que para algunos empresarios supone que no se podrá hacer el mismo trabajo con los camiones eléctricos debido a sus características de autonomía y tiempos de recarga.

Por supuesto, argumentos totalmente válidos y que encajan con la realidad. Pero dentro de las respuestas de los profesionales, destaca el del Director Ejecutivo de la constructora Griffith Company. En sus alegaciones, el Sr Jaimie Angus ha indicado directamente «Esto nos dañará. Realmente no entendemos cómo cargar estos vehículos. Los trabajadores se llevan a casa nuestros vehículos todos los días, ¿entonces tendrán que ser cargados desde casa? ¿Cómo compensas a esa persona por eso?»

Sin duda, unos comentarios que denotan preocupación, pero también un profundo desconocimiento de la tecnología y de las muchas posibilidades para conocer el consumo energético de un vehículo que el trabajador se lleva a casa.

Por ejemplo, desde hace ya unos cuantos años hay cargadores con software de gestión (OCPP) que permite a la empresa conocer en detalle el consumo de ese cargador, aunque esté conectado al contador de la vivienda. Un sistema sencillo que discrimina el gasto de la carga del consumo de la vivienda.

La conclusión es que las regulaciones públicas parece el único formato que logra hacer avanzar la descarbonización de sectores como el transporte pesado, fuente de emisiones pero también fuente de tensión económica cuando los precios de los carburantes se disparan. Algo que debería animar a los legisladores a profundizar más en este tipo de acciones.

Vía  | SFG