Hasta ahora, para ofrecer un respaldo a los sistemas de energías renovables se estaba apostando por baterías de litio, tanto NMC como LFP. Pero ahora la tecnología de hierro-aire está a un paso de comenzar a ser una alternativa mucho más económica. Así lo ha confirmado la startup norteamericana Form Energy, que ha confirmado el emplazamiento de su primera fábrica así como los plazos para el inicio de la producción.
Form Energy ha elegido una parcela situada en el estado de Virginia Occidental para levantar sus primeras líneas de producción de sus baterías de hierro-aire, y que supondrá en una primera fase una inversión de 760 millones de dólares.
La compañía se asociará con el estado de Virginia para construir esta primera planta de fabricación en un espacio de 222.000 metros cuadrados en la ciudad de Weirton, un antiguo emplazamiento dedicado a la producción de acero ubicado a lo largo del río Ohio.
La construcción comenzará este año con el objetivo de arrancar la producción comercial en la primera mitad de 2024. Unas instalaciones que sacarán adelante baterías de hierro-aire, que se basa en una tecnología patentada por la compañía.
Esta tecnología se ha desvelado como una excelente alternativa por cuestiones como su elevada densidad volumétrica, llegando a superar los 9.000 Wh/L, pero sobre todo por su composición principalmente usando hierro, que la hace muy económica y mucho más sostenible que las de litio, y que además añade la reducción de la dependencia de materiales procedentes del extranjero.