El potencial fotovoltaico de las diversas infraestructuras creadas por el hombre es enorme, pero aún está muy infrautilizado. En Alemania, un proyecto pretende aprovechar las autopistas como elementos generadores de electricidad.
La energía solar lidera el campo de las renovables y, además de en cubiertas y tejados, ya se expande también en el mar y el campo a través de paneles flotantes y granjas solares, algunas de ellas agrovoltaicas.
Sin embargo, sigue habiendo potencial solar en muchos otros lugares y las infraestructuras son algunas de ellas. Por ejemplo las carreteras, que recorren miles de kilómetros conectando las diversas localidades de cada región y país.
Bandas de energía
En Alemania existe un proyecto que pretende lograr precisamente eso. Y, para ello, ha creado las llamadas bandas de energía.
Estas están formadas por una estructura de acero que incluye mástiles de sujeción cada 15 metros. En ellos se instalan los paneles fotovoltaicos que se encargan de producir electricidad.
La Fundación Altes Neuland Frankfurt ha desarrollado el proyecto, y argumenta que si el 80 % de las autopistas y el 65 % de las carreteras federales estuvieran equipadas con paneles bifaciales con una eficiencia del 25 %, se podrían generar hasta 200 TWh cada año (35 % del consumo total de Alemania en la actualidad).
Aunque la subestructura hecha de mástiles de rejilla de acero supera los costes de las subestructuras convencionales, los mástiles tendrían una vida útil de 100 años y se pueden agregar nuevos módulos a un coste muy bajo, afirman sus creadores.
La idea surgió originalmente de los requisitos de espacio para la energía fotovoltaica y eólica, y se espera que el área requerida para esto ocupe el 2,5 % del territorio federal alemán.
Las bandas de energía están pensadas como un sistema de corriente continua, donde un cable de alta corriente de 110 kW correría bajo tierra, y se tendrían que establecer varias conexiones a la red durante el recorrido.
La mayor ventaja de un sistema de este tipo es que la electricidad se distribuye durante la producción y se enruta a los lugares correctos, conectando áreas metropolitanas, áreas industriales y aeropuertos.
Además, se ha proyectado una infraestructura de carga para coches y camiones eléctricos a lo largo de las rutas de larga distancia. Las bandas de energía se extenderían a lo largo de cientos de kilómetros, lo que permitiría equilibrar las fluctuaciones en el consumo y la generación de energía en todo el sistema.
Un proyecto viable aún por comenzar
Peter Birkner, profesor de la Bergische Universität Wuppertal especializado en suministro de energía eléctrica, ha estado supervisando el desarrollo del proyecto y el estudio de viabilidad como miembro del consejo asesor científico.
Después de una cuidadosa consideración, está convencido de la viabilidad del proyecto y enfatiza la importancia de reunir un consorcio apropiado para iniciar el desarrollo de la primera sección.
Aunque no se sabe cuánto tiempo llevará formar dicho consorcio, los autores del proyecto afirman que los inversores potenciales no deben preocuparse, ya que todas las tecnologías que se implementarán ya están disponibles en el mercado y han sido probadas exhaustivamente.
La fundación afirma que los módulos necesarios, las torres de alta tensión de acero y los cables subterráneos han estado en uso durante varias décadas.
La expansión de las redes de energía podría iniciarse en pequeña escala, sin necesidad de un gran proyecto de infraestructura. Las municipalidades e inversores podrían colaborar en el desarrollo de pequeñas secciones que puedan unirse posteriormente.
