Tras la presentación del prototipo Pu+Ra HPE, Lancia ha confirmado que su próximo buque insignia eléctrico, un SUV con carrocería sportback, finalmente no se llamará Aurelia como apuntaban los primeros rumores, sino que se optará por otra denominación con pedigrí dentro de la historia de la marca: Gamma.
Al igual que los Ypsilon (2024) y Delta (2028), el nuevo Gamma (2026) tomará su nombre de una letra del alfabeto griego, manteniéndose consistente con el resto de la gama. Su producción tendrá lugar en la planta italiana de Melfi, de la que también saldrá el DS 7 de segunda generación, con el que compartirá desarrollo.
El Lancia Gamma original fue una berlina ejecutiva (segmento E) vendida entre 1976 y 1984. Este avanzado automóvil, que también se ofreció con carrocería coupé, se caracterizaba por contar con una silueta fastback de dos volúmenes similar a la de un deportivo, un rasgo que servirá como nexo de unión con su heredero.
Al contrario que el modelo clásico, el nuevo Gamma se encuadrará en una categoría inferior (segmento D), pues Luca Napolitano, máximo responsable de la firma transalpina, ha anunciado que medirá aproximadamente 4,70 metros de largo. Por lo tanto, será rival de los Audi Q4 e-tron y Q6 e-tron, entre los que se situará por tamaño.
El Lancia Gamma empleará la plataforma STLA Medium
Napolitano afirma que se tratará de un sportback elegante y con carácter, dotado de un habitáculo refinado y «hermoso». Lucirá algunos elementos estilísticos ya vistos en el Pu+Ra HPE, véase la calandra iluminada en forma de Y, mientras que el interior hará gala de la nueva filosofía Home Feeling, inspirándose en el mobiliario de lujo de los grandes diseñadores italianos.
El Lancia Gamma hará uso de la plataforma modular STLA Medium, que debutará este mismo año con el nuevo Peugeot e-3008. Al igual que su primo francés, estará disponible en versiones de uno y dos motores; además, su oferta probablemente esté coronada por una variante de altas prestaciones HF (o más bien HF Integrale, pues tendrá tracción total).
Todo apunta a que su pack de baterías estará formado por celdas NCM (níquel, cobalto, manganeso) de origen ACC (Automotive Cells Company), un consorcio formado por Mercedes-Benz, Saft y Stellantis. La autonomía máxima se situará en unos competitivos 700 km WLTP, algo que se logrará en parte gracias a una cuidada aerodinámica y a una nueva generación de motores desarrollados con Nidec.
Fuente | ClubAlfa
