
El director ejecutivo de Ford: "Me impresionó mucho cuando desmontamos un Tesla Model 3"
El jefe de Ford ha desvelado en una entrevista qué descubrieron al desmontar una unidad del Tesla Model 3. Una lección que les mostró que los de Elon Musk eran mucho más que marketing y que tendrían que ponerse la pilas para competir.

Jim Farley, director ejecutivo de Ford vuelve a mostrarse sincero al hablar de sus rivales en el sector. Esta vez ha reconocido algo que no todos los fabricantes estarían dispuestos a admitir: al desmontar un Tesla Model 3, quedaron impresionados… y preocupados. Algo que incluso les hizo replantearse por completo cómo desarrollan sus coches eléctricos.
No es la primera vez que Farley lanza elogios a sus competidores. Ya había comentado que le encantó conducir durante un tiempo el Xiaomi SU7, y no dudó en describir las fábricas chinas como “impresionantes” y sus coches como “superiores”. Ahora, en la tercera entrega del pódcast Office Hours: Business Edition, ha compartido detalles internos sobre un ejercicio habitual entre fabricantes: desmontar vehículos rivales para estudiar su tecnología.
Una lección incómoda al abrir un Tesla Model 3

Durante esa sesión de ingeniería inversa, Farley recuerda claramente su reacción: “Estábamos profundamente impresionados cuando empezamos a desmontar el Model 3 y algunos modelos chinos. Fue verdaderamente impactante”. Uno de los detalles más llamativos fue el sistema de cableado. “La instalación eléctrica de nuestro Mustang Mach-E era 1,6 kilómetros más larga que la del Tesla. Y además pesaba 32 kilos más.”
Este tipo de diferencias no son solo anecdóticas. Farley explicó que cada kilo extra importa especialmente en un coche eléctrico, porque se traduce en la necesidad de montar una batería más grande para compensar el peso adicional. Y eso no es gratis: solo el exceso de cableado supone, según Ford, 200 euros más por coche en capacidad adicional de batería.
Un cambio de mentalidad obligado

El responsable de Ford aprovechó este ejemplo para ilustrar una de las claves del cambio que vive la industria. Para Farley, diseñar un coche eléctrico requiere una forma de pensar completamente distinta. “Un ingeniero de coches con motor de combustión ve una instalación eléctrica y piensa que todas se parecen".
Según Farley, lo habitual es subcontratarla sin más. Pero en un coche eléctrico, el peso del cableado está directamente relacionado con el tamaño de la batería, así que compensa invertir en una instalación más ligera aunque sea más cara, porque eso te permite ahorrar dinero en la batería.
En resumen, el jede de Ford cree que la forma de hacer cuentas en un coche eléctrico cambia por completo frente al desarrollo de un modelo tradicional. Tesla y los fabricantes chinos entendieron eso antes que Ford, y lo aplicaron desde el principio. Por eso, para ponerse al día, Farley ha reestructurado la compañía en tres divisiones, con una de ellas —Ford Model E— dedicada exclusivamente al desarrollo de coches eléctricos, aunque la pérdida de terreno parece ahora difícil de recuperar, principalmente fuera de Estados Unidos.


