La trascendencia de BYD va más allá de lo que podamos imaginar. Por algo es el fabricante de coches chino más potente en la actualidad a nivel mundial, y su expansión internacional va camino de ser imparable.
En Europa los países ya se ‘tiran los trastos’ para recibir nuevas inversiones de ‘Build Your Dreams’, o BYD. Inversiones que van más allá de la propia marca, sino que la industria china, asentada ya como líder del mercado de coches eléctricos, quiere arrasar en el resto de continentes.
Uno de los países más potentes en Sudamérica, Brasil, está recibiendo con los brazos abiertos el dinero procedente de China. Lo que en su día llegaba de Estados Unidos, ahora parece que lo cubrirán los asiáticos como nuevo benefactor: las buenas relaciones políticas actuales entre Brasil y China son la clave para que, entre otras medidas, BYD esté negociando para comprar la fábrica que cerró Ford en Camaçari, al noreste del país, hace dos años.
El regreso de Lula da Silva a la presidencia de Brasil ha supuesto para el país retomar las buenas relaciones con China. De hecho, Lula no tardó mucho en visitar al presidente chino, Xi Jinping, con quien ya garantizó una fuerte inversión en su país: al menos 10.000 millones de dólares. Además, se ha visto personalmente con el director ejecutivo de BYD, Wang Chaun-Fu, a quien instó a comprar la antigua fábrica de Ford.
En Sudamérica, sin ir más lejos, ya tiene inversiones garantizadas en Chile o Argentina; África, con la extracción de litio, o Indonesia, en el Sudeste asiático, apoyan la expansión internacional de China en el mercado del vehículo eléctrico.
«Estamos muy impresionados con Lula. Brasil es el país en el que confiamos, y este es el gobierno en el que confiamos», aseguran los directivos de BYD. Como ya sucediera en el caso de Tata y Reino Unido, la presión política ha surtido un fuerte efecto en este tipo de negociaciones.
Solo BYD podría crear más de 10.000 puestos de trabajo en Brasil
BYD estaría finalizando las negociaciones con Ford para comprar la planta de 2,8 kilómetros cuadrados en Camaraçi, donde pretende invertir 613 millones de dólares para su reapertura a finales de este año. No es una operación cualquiera: será la mayor apuesta de coches eléctricos de la marca china fuera de su continente.
No solo eso, sino que BYD tiene planes para extraer litio en el estado de Bahía para abastecer su futura planta, y ya ha gastado más de 700 millones de dólares en investigación y desarrollo para llevar a cabo un monorraíl eléctrico de 24 km en la ciudad de Salvador, capital del mismo estado, donde estará la sede de SkyRail de BYD.
La marca china proporcionará una alternativa a la antigua flota de autobuses de la ciudad, optando por vehículos 100% eléctricos. Contando todas sus operaciones en Brasil, BYD planea dar trabajo a más de 10.000 personas.
Actualmente Brasil es el octavo productor mundial de vehículos. Su presidente, Lula da Silva, ha demostrado siempre una fuerte afinidad por la industria del automóvil. La llegada de inversión china, con protagonismo de BYD, supondrá a buen seguro un impulso a la economía y a la industria brasileña.
Fuente | Automotive News Europe
