China impulsa la (cuestionable) apuesta del hidrógeno verde con un proyecto piloto de 20.000 toneladas y energía solar

China, líder en la carrera hacia un futuro energético más sostenible, ha logrado un hito importante con la puesta en marcha del Proyecto Piloto de Hidrógeno Verde Fotovoltaico de 20.000 toneladas anuales de Sinopec.

Este proyecto innovador pretende marcar un paso gigante hacia la transición de las fuentes de energía tradicionales a soluciones más limpias y respetuosas con el medio ambiente. Y lo hace apostando por la producción del controvertido hidrógeno verde.

El hidrógeno verde, eje de este proyecto, se destinará al suministro de Sinopec Tahe Petrochemical, donde reemplazará al gas natural y a la energía fósil que se utilizaban previamente en la producción de hidrógeno.

Esto no sólo representa una eficiencia energética significativa, sino que también es un paso fundamental hacia el desarrollo bajo en carbono en la industria del procesamiento de petróleo y la integración de tecnologías de hidrógeno verde.

Hidrógeno verde a partir de energía solar

Una de las características más notables de este proyecto es su ubicación estratégica en Xinjiang, donde abundan los recursos solares. Aquí, el proyecto cuenta con una planta de electrólisis de agua de vanguardia con una capacidad anual de 20.000 toneladas.

Además, se ha implementado un tanque de almacenamiento de hidrógeno esférico con una capacidad impresionante de 210.000 metros cúbicos estándar, así como una red de tuberías de transmisión de hidrógeno con una capacidad de 28.000 metros cúbicos estándar por hora.

Lo que hace que este proyecto sea aún más impactante es que representa la primera vez en China que se utiliza la generación de energía fotovoltaica a gran escala para producir hidrógeno verde directamente.

Esta iniciativa no sólo impulsa el desarrollo de la tecnología de hidrógeno verde, sino que también contribuye de manera significativa a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono, con una estimación de aproximadamente 485.000 toneladas al año.

Un proyecto complejo y ambicioso

Sinopec ha superado múltiples obstáculos en la implementación de este proyecto. Ha logrado la producción de hidrógeno de manera flexible en un entorno donde la energía renovable puede fluctuar, un desafío importante en la transición hacia fuentes de energía más limpias.

Además, se ha logrado la localización de equipos y materiales clave, lo que respalda la capacidad de China para llevar a cabo proyectos de esta envergadura de manera autónoma.

Este proyecto es sólo una parte de la ambiciosa estrategia de Sinopec en la promoción del hidrógeno verde. La compañía está acelerando su desarrollo en el transporte de hidrógeno y la refinación de hidrógeno verde con la creación de más de 100 estaciones de repostaje de hidrógeno, convirtiéndose así en la entidad que posee y opera el mayor número de estas estaciones en todo el mundo.

Además de este proyecto, Sinopec tiene en marcha otro proyecto de hidrógeno verde en Ordos, con una capacidad de producción de 30.000 toneladas anuales, que comenzó su construcción en febrero de 2023. También se está planificando otro proyecto en Ulanqab.

¿Por qué existen dudas sobre la conveniencia de apostar por el hidrógeno verde?

El hidrógeno verde, aunque prometedor en términos de energía sostenible, genera dudas debido a varios factores.

En primer lugar, la inversión inicial es elevada, ya que la producción y la infraestructura relacionada pueden ser costosas de implementar. Además, la eficiencia energética plantea preocupaciones, ya que parte de la energía se pierde durante el proceso de electrólisis.

La dificultad en el almacenamiento y transporte seguro del hidrógeno es otra inquietud importante. Requiere sistemas de almacenamiento especializados y plantea el desafío logístico de establecer una infraestructura de distribución a gran escala.

Además, el hidrógeno verde compite con otras tecnologías de energía renovable y sistemas de almacenamiento, lo que plantea preguntas sobre cuál es la mejor opción en diferentes contextos. La necesidad de una infraestructura completamente nueva es otro obstáculo importante.

Finalmente, la producción de hidrógeno verde puede requerir grandes cantidades de electricidad, lo que plantea cuestiones ambientales en términos de fuentes de energía utilizadas.

A pesar de estas dudas, a ojos de muchos el hidrógeno verde sigue siendo una opción prometedora en la transición hacia una energía más limpia y sostenible. Esto incluye España, que ha apostado por él de manera importante.

Fuente | Sinopec