La búsqueda por electrificar el transporte pesado se está encontrando en la falta de una red de recarga como una de las principales barreras. Algo que necesitará un impulso para conseguir acelerar su implantación, y que desde algunos sectores se indica debería ser financiado en parte gracias a los peajes que pagan los transportistas en las autovías.
Es el caso de Alemania, donde los camioneros tienen que hacer frente a un peaje por usar las autovías del país. Un programa que, como recordamos, se ha cancelado de momento en España, pero que los alemanes ahora se enfrentan incluso a un endurecimiento de las condiciones.
A partir del 1 de diciembre, los peajes para camiones en Alemania aumentarán significativamente, y luego se ampliará para incluir a los modelos a partir de 3,5 toneladas (en lugar de las 7,5 toneladas actuales).
A la vista de esta situación, la Asociación Internacional de Fabricantes de Vehículos de Motor (VDIK) pide que los ingresos de los peajes para camiones se destinen a estaciones de carga.
Según el presidente de la asociación, Reinhard Zirpel: «El nuevo peaje para camiones, basado en las emisiones de CO2, es un instrumento esencial para impulsar el uso de vehículos comerciales libres de emisiones. Sin embargo, el cambio a camiones con propulsión de batería o de hidrógeno sólo puede tener éxito si se establece rápidamente la infraestructura de carga y de hidrógeno necesaria. Sin embargo, resulta molesto que los elevados ingresos adicionales derivados del peaje para camiones no beneficien ni al mantenimiento de la infraestructura viaria ni a la construcción de las necesarias estaciones de carga. Los ingresos adicionales de los peajes para camiones deberían destinarse principalmente a la infraestructura de carga y de hidrógeno y a la promoción de camiones de cero emisiones”.
Una de las razones para apostar por esta vía es que, según la VDIK, muchas empresas de transporte podrían verse desbordadas por la reforma «apresurada» y un aumento masivo de los peajes, al mismo tiempo que no son capaces de afrontar la inversión del cambio a modelos eléctricos, o simplemente sus características de autonomía no cumplen con sus necesidades sin una red de recarga robusta.
La propuesta también incluye la exención para los modelos eléctricos del pago de los peajes hasta 2025, lo que aumentará su atractivo económico, y añadir beneficios a partir de esa fecha.
Unas medidas que servirían para incentivar la implantación de los camiones o autobuses eléctricos, que están viendo como la reducción del coste de componentes como las baterías hace que sean cada vez más económicos, y que con una buena red de recarga, y beneficios temporales para su circulación, convencerá a cada vez más empresas, lo que tendrá un efecto positivo en la economía de escala de estos vehículos.
