El Tesla Model S Plaid, con frenos mejorados, se enfrenta por primera vez a Nürburgring

Hay mucha expectación por saber si el nuevo Tesla Model S Plaid, la versión más radical de la berlina americana, además de rápido en recta también lo es en las curvas. Para saberlo, el piloto Sebastian Vittel ha llevado a su propia unidad al mítico circuito de Nürburgring, para dar las primeras vueltas y conocer el potencial de este modelo.

Antes de nada decir que no ha sido una prueba cronometrada, por lo que no hay tiempos comparativos. Solamente ha sido una primera toma de contacto con un coche privado sin ninguna relación con la marca.

Sebastian ha indicado en el vídeo que esta unidad está prácticamente de serie, incluyendo los neumáticos de fábrica, unos Michelin PS4, siendo la única mejora los frenos con pastillas, discos y líquido de frenos mejorados.

Vittel dijo que esta configuración de frenos era similar al kit cerámico de carbono de Tesla. Un sistema que según ha indicado, ha funcionado a la perfección en las 10 vueltas que ha dado a los 20.8 kilómetros del infierno verde.

Este kit mantiene las pinzas de freno de serie, pero añade unas pastillas carbotec xp 10, discos de 408mm, y el líquido de freno ha sido sustituido por un RBF 650. Todo con un coste de menos de 6.000 euros. Cifra que podemos comparar con los 20.000 euros que pide Tesla por su kit cerámico.

En la descripción del vídeo podemos ver como el Model S salió a la pista con la batería al 95%, con el Track Mode activado, para tener el control de tracción desactivado en lugar de tener un 50% de tracción delantera y un 50% trasero, con un 60% de la frenada regenerativa.

En cuanto al comportamiento del coche, Vittel ha indicado que ha quedado impresionado, calificándolo de «increíble» y diciendo que se sentía «bien equilibrado, seguro y con un gran potencial«, incluso aunque la pista estaba un poco mojada en algunas secciones y sucia por la carrera del día anterior y la temperatura exterior era de solo 8°C.

En el vídeo podemos ver como la salida ya es bastante llamativa, dejando atrás de forma fulgurante a los dos coches gasolina que le preceden, algo que se repite a lo largo del recorrido, y donde vemos como el piloto vuela entre curva y curva sin apenas esfuerzo y sin tener que realizar demasiadas correcciones en la dirección, alcanzando velocidades de hasta 240 km/h.

Ahora queda por ver qué tiempo logra esta unidad cuando realice unas vueltas a pleno rendimiento, y saber si logra encaramarse en la lista de los más rápidos en Nürburgring, siendo el objetivo los 7:33.35 que ha logrado en su momento el Porsche Taycan Turbo S dotado el kit Performance.