Cuando Nissan desveló su concept car Hyper Force en el pasado Salón del Automóvil de Tokio 2023 bajo el eslogan «visión de un superdeportivo de alto rendimiento totalmente eléctrico de próxima generación», estaba más que claro que estábamos ante un anticipo de la próxima entrega del GT-R.
En formato eléctrico, claro. La firma japonesa llegó a incluir incluso el logotipo de su mítico superdeportivo, todavía en el mercado con motores de gasolina, en el prototipo. Eso sí, con un acabado borroso.
Ahora bien, meses después de esta presentación, Nissan ya habla abiertamente no solo de que este trabajo conceptual sí que tiene muchas aspiraciones de llegar a producción, sino también se atreven a poner una fecha tope para su lanzamiento.
En declaraciones para el medio británico Autocar, el director de diseño del programa Nissan (y presente en el proyecto del Hyper Force), Giovanny Arroba, la llegada de un GT-R eléctrico era una opción más que viable para su producción «antes de 2030».
A pesar de su diseño tan extremo, muchas de sus características parecen trasladables al futuro superdeportivo eléctrico de producción: «Las formas, la proporción y la postura no se basan en pura fantasía», afirma Arroba. «Un sueño tangible que se debe lograr para finales de esta década».
Si el Skyline GT-R marcó las bases en 2001 del superdeportivo ‘Godzilla’ que tanto nos ha entusiasmado en las últimas dos décadas, el Hyper Force lo hará del futuro GT-R 100% eléctrico. La actual generación del Nissan GT-R, la R35, todavía tiene recorrido por delante en el mercado. Sin ir más lejos, en 2023 se vieron incrementadas sus ventas en un 584% en un mercado tan importante para Nissan como el de Estados Unidos.
Nissan Hyper Force y baterías de estado sólido marcan las bases
El prototipo desvelado en Tokio supuso también un empujón interno para Nissan: «Un manifiesto no sólo para nosotros internamente sino también para inspirar a nuestra empresa con un sueño tangible».
En el momento de su lanzamiento, el Hyper Force recibió opiniones encontradas, pero en general la aceptación fue alta: «Hubo cierta polarización, algunos decían no a un superdeportivo eléctrico y decían que deberíamos hacer ICE, pero la respuesta fue bastante positiva».
Por su parte, el CEO de Nissan, Makoto Uchida, aseguró al medio británico que pretende explorar «todos los conceptos» del mercado en formato eléctrico. «Somos pioneros en vehículos eléctricos y esto es lo que queremos hacer». Esto incluye, cómo no, un superdeportivo como el GT-R, y el Hyper Force marcó las bases cuando se presentó el año pasado.
Dos motores eléctricos que sumaban 1.000 kW (1.341 CV), tracción 4×4, puertas de apertura de mariposa, carrocería en fibra de carbono, dos modos de conducción que cambian la disposición del interior, rendimiento y la luz ambiental, aerodinámica activa… fueron su carta de presentación, con la colaboración inestimable de NISMO, la firma deportiva y de competición de Nissan.
La tecnología E-Force de los japoneses debería permitir alcanzar estas cotas de rendimiento y llegar más allá. Por ejemplo, no se descarta que el futuro Nissan GT-R eléctrico llegue a tener hasta cuatro motores, uno por rueda. Eso sí, su llegada está condicionada, como reconocieron los responsables de la marca, al desarrollo de las baterías de estado sólido.
No habrá superdeportivos eléctricos «reales» hasta el 2030, primero las baterías tienen que cambiar
Los japoneses anunciaron su primer modelo con este tipo de baterías para el 2028, con la que prometen duplicar la densidad energética y triplicar la velocidad de recarga en comparación con las actuales de iones de litio. El GT-R no será el primero, pero sí que parece una condición casi definitiva para su llegada en el futuro como superdeportivo eléctrico.
Fuente | Autocar
