Lotus podría retrasar la llegada del nuevo Esprit eléctrico, y la culpa la tienen las baterías

En el panorama automovilístico actual, con el enfriamiento de la demanda de coches eléctricos, muchas marcas están frenando sus desarrollos y su transición hacia este tipo de tecnología. No es el caso de Lotus, que inmersa en el grupo chino Geely, lleva ya unos años en una era completamente nueva, con vehículos a los que tradicionalmente no nos tenía acostumbrados.

Al margen del Emira, el último de la saga con motor de combustión, el sedán Emeya, el SUV Eletre y el más especial hiperdeportivo Evija, todos ellos en clave eléctrica, ya son una realidad. El año que viene debería llegar el Type 134, un SUV eléctrico que rivalice con el Porsche Macan. Sin embargo, el gran esperado es el Type 135, un superdeportivo biplaza que reemplace, precisamente, al Emira, a un precio que rondaría los 89.000 euros.

El 2027 era (y sigue siendo) la fecha marcada en el calendario para la firma británica de nicho para la llegada de este nuevo eléctrico, que podría retomar la mítica denominación Esprit. Las últimas noticias que llegan desde las islas británicas apuntan a que este lanzamiento podría retrasarse debido a un motivo muy importante: la batería.

A pesar de que este se asentará sobre la plataforma LEVA, pensada específicamente para ser más ligera (un 37% menos que el Emira actual) y para poder montar las baterías apiladas en la parte central del vehículo, la marca todavía se enfrenta a su mayor reto: el peso y la dinámica, y todo viene condicionado por la mencionada batería. Lotus quiere que el nuevo Esprit eléctrico se asemeje lo máximo posible al Elise: un vehículo extremadamente dinámico, ligero, que ruede muy cerca del suelo y que, sobre todo, sea divertido de conducir.

Las dificultades a las que se enfrenta Lotus en la actualidad están en encontrar una batería que se ajuste a esas demandas. Así lo ha hecho saber el jefe de diseño de la marca, Ben Payne, quien ha explicado los inconvenientes para Autocar: «El Elise es el punto de contacto de referencia para Lotus, pero la tecnología actual realmente no permite recrear ese producto de una manera convincente».

Lotus aguardará a que estén disponibles baterías más pequeñas y ligeras. Con los Emeya y Eletre no había ese problema, ya que el concepto de vehículo, con siluetas y pesos más elevados, no era el mismo que se busca ahora, donde manda la visión más purista del vehículo deportivo británico. Preguntado por si las baterías de estado sólido pueden ser la solución para el futuro Esprit eléctrico y podrían encajar, Payne dijo: «Sí, lo hacen. La reducción del tamaño e inevitablemente la reducción del peso permiten volver a los valores fundamentales. Para una marca como Lotus, poder reducir todo al mínimo y luego envolverlo es nuestra filosofía central».

Como ya sabemos, la tecnología de baterías de estado sólido todavía se enfrenta a numerosos retos, por no hablar de que su llegada no se prevé hasta finales de la presente década, o al menos su producción en masa. Eso sí, Ben Payne no desmiente (ni descarta) posibles retrasos en el Esprit o Type 135 eléctrico: «Estas cosas deben encajar de la manera correcta. Es 100% posible tener listo el coche para 2027, pero hay que tener en cuenta los factores a nivel empresarial además de eso. Es un trabajo difícil».