Continúa la debacle, Volkswagen también cerrará una fábrica en China

Volkswagen está pasando por su mayor crisis en más de cincuenta años. El gigante alemán anunció hace apenas unas semanas que estaba estudiando el posible cierre de dos factorías alemanas, una dedicada a la producción de automóviles y otra a la de componentes. Sin embargo, el país germano no será el único afectado por los recortes.

La rapidísima transición a la movilidad eléctrica del mercado chino ha pillado con el pie cambiado a Volkswagen, que durante años lideró con puño de hierro los rankings de ventas de la región. La compañía está perdiendo cuota en favor de rivales como BYD, que comercializa exclusivamente coches eléctricos e híbridos enchufables.

La desaceleración de la demanda de automóviles con motor de combustión interna habría llevado a la empresa a plantearse el cierre de una de sus plantas en China. El centro afectado sería el que opera conjuntamente con SAIC en Nanjing, unas instalaciones de cuyas líneas salen tanto el Passat como modelos de la marca Skoda. La capacidad de la fábrica es de 360.000 vehículos al año.

También se está revisando la estrategia de Skoda en China debido a sus malos resultados; de hecho, podría cerrarse otra factoría en Ningbo (provincia de Zhejiang) por las bajas ventas de la firma checa. Los expertos lo ven claro: el grupo tiene demasiada capacidad de producción de vehículos térmicos.

Volkswagen reestructurará su fuerza laboral en Alemania

«Ya no llegan cheques de China», declaraba recientemente Oliver Blume, CEO del conglomerado. Durante años, el país asiático ha sido uno de los bastiones de Volkswagen, por lo que su rápida pérdida de competitividad es vista con mucha preocupación por la junta directiva, que está tejiendo nuevas alianzas con socios como XPeng para tratar de revertir la situación.

Volkswagen planea llevar a cabo una completa reestructuración de su fuerza laboral en Alemania con el objetivo de reducir costes y ajustar su capacidad de producción. Esto podría suponer el despido de unos 15.000 trabajadores, una drástica medida que Blume justifica por la intensa competencia por parte de los fabricantes chinos, cuyo desembarco en Europa preocupa y mucho a la industria local.

«El entorno económico se ha vuelto aún más difícil y nuevos actores están entrando en Europa. Alemania como emplazamiento empresarial se está quedando cada vez más atrás en términos de competitividad». A día de hoy, prácticamente la mitad de la plantilla de la multinacional (casi 300.000 empleados de un total de 650.000) se concentra en Alemania.

Fuente | Automotive News Europe