Para sorpresa de nadie, el pequeño Microlino es un fracaso de ventas
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Publicado: 13/06/2024 08:45
El mercado de los cuadriciclos eléctricos ha tenido un importante crecimiento en los últimos años, y de esa forma hemos visto la llegada de los Renault Twizy, Citroen Ami, Invicta Pony, Silence S04 y XEV YOYO entre otros muchos. Uno de los últimos en llegar ha sido el Microlino. Un modelo que destaca por su diseño, su apertura frontal, pero que está fracasando en ventas algo que ha llevado a la ralentización de la línea de fabricación.
El Microlino es un cuadriciclo pesado dotado de un cuerpo de 2,52 metros de largo, donde hay espacio para dos pasajeros, y que ha sido diseñado para poder estacionar en perpendicular a la acera, mientras que la puerta de apertura frontal permite acceder o apearse del vehículo fácilmente. Al contrario que en otros cuadriciclos, su chasis es de tipo monocasco, lo que debería proporcionarle unos mejores índices de seguridad.
Cuenta con un motor de 12.5 kW (17 CV) y 89 Nm, que le impulsan hasta una velocidad máxima de 90 km/h, y que se alimenta de una batería de 10,7 kWh, la cual le proporciona una autonomía homologada de 175 km.
El maletero es uno de sus principales puntos fuertes. Este se abre con llave o desde el propio habitáculo, y tiene una capacidad de 230 litros, una cifra bastante destacada en relación a las dimensiones del vehículo.
El equipamiento de serie es relativamente completo para su segmento. La terminación Dolce incluirá faros full LED, cierre centralizado, techo solar de tela, tapicería de tela y cuero sintético, instrumentación digital, calefacción, conectividad Bluetooth y varias tomas USB. El Competizione añadirá una tapicería de microfibra Dinamica y piel vegana con pespuntes naranjas, así como unos tapacubos específicos.
Bajas ventas y mucho stock en los concesionarios
Iniciarse en la industria del automóvil no es fácil. Wim Ouboter, fundador de Micro Mobility Systems, lo ha comprobado en sus propias carnes.
Después de revolucionar el sector del scooter en los años 1990 con un modelo plegable, esperaba revolucionar el mundo de los coches tradicionales con el Microlino. Compacto, eléctrico y con un frontal nítido inspirado en el Isetta de los años 50 eran sus principales argumentos.
Se presentó por primera vez en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2016 en su primer prototipo. Su presencia fue un éxito, y las expectativas de lograr 500 reservas se lograron en apenas 24 horas.
A partir de ahí comenzó una aventura que incluyó una disputa legal con Artega, que compró Tazzari, que sería la encargada de la producción, pero que no llegó a ponerla en marcha por falta de pago y un desacuerdo con el diseño final, por lo que Artega decidió quedarse con el diseño, comenzando una batalla legal que terminó en 2020 con un acuerdo para que ambas fabricasen el coche con diferentes nombres.
Pero esto no terminó con los problemas, y a pesar de su atractiva propuesta estética, el Microlino no está teniendo apenas demanda.
En Francia, el año pasado sólo se vendieron unos cincuenta, mientras que la producción total no superó los 2.700 ejemplares. La mayor parte de ellos están en manos de los distribuidores, y según la propia Microlino, las entregas a clientes finales han llegado apenas a las 1.000 unidades, lo que significa que las existencias en los concesionarios son importantes.
Las razones son evidentes. Su elevado precio. El simpático eléctrico está disponible en dos versiones, ambas con el mismo sistema de propulsión: Dolce (22.900 euros) y Competizione (23.560 euros).
Alternativas al Microlino
Un coste que se coloca por encima del Dacia Spring, desde 17.890 euros en España, e incluso más caro que el nuevo Citroën ë-C3. Una propuesta más grande pero también con mucha más potencia, cuatro plazas y que en España arranca en los 22.590 euros.
Un rival cercano podría ser el llamativo XEV YOYO. Un atractivo modelo de diseño moderno y amplio equipamiento que cuenta con motor de 15 kW, que le impulsan hasta una velocidad máxima de 90 km/h. Sus baterías de tipo LFP (litio-ferrofosfato) tienen una capacidad de 10,3 kWh, con una autonomía homologada de 150 km/h.
Actualmente se comercializan dos versiones del XEV YOYO, la de acceso Concept y la superior Plus, que cuenta con una nueva centralita para el sistema de propulsión, una calefacción más potente, una mayor capacidad de regeneración y una suspensión más confortable. Sus tarifas arrancan de los 16.690 euros.
Más cercano en lo estético podría ser el FIAT Topolino. El pequeño cuadriciclo hermano gemelo del Citroen AMI cuenta con un motor eléctrico de 8 CV (6 kW), suficiente para alcanzar una velocidad máxima de 45 km/h, el límite de la categoría L6e, todo con un precio de 9.890 euros.