En Europa quieren que usemos el móvil como pantalla, en China lanzan coches con dron incluido

Los nuevos coches eléctricos chinos llegan con cada vez más dotación tecnológica, pero manteniendo los precios en un arco competitivo que les permiten ofrecer un conjunto cada vez más completo.

En Europa quieren que usemos el móvil como pantalla, en China lanzan coches con dron incluido

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Publicado: 26/03/2025 08:50

La diferencia de implantación del coche eléctrico entre China y Europa es cada vez más grande. En pocos años, el gigante asiático ha desarrollado una potente industria y un mercado interno que se ha convertido en la referencia mundial, y lo hace por factores como la ambición de sus marcas y la fuerte competencia que permite ofrecer productos cada vez más competitivos, mientras que en Europa nos hemos dormido algo en los laureles.

Hay ejemplos del nivel de los nuevos lanzamientos en uno y otro mercado, donde vemos que en Europa las novedades fuera del segmento premium no traen, en algunos casos, ni pantalla central. En caso de querer una, hay que pagar, o usar el móvil como centro de info-entretenimiento. Todo por ahorrarse cuatro duros, eso si, con modelos al doble de precio que en China.

La idea se llama internamente «Trae tu propio dispositivo», y básicamente supondría que para disfrutar de conectividad, navegación o música, el cliente tendrá que usar su smartphone.

Esto ya ha sido usada en otros modelos, como es el caso del viejo Volkswagen e-Up, o también se pondrá en marcha en la versión de acceso del Citroen e-C3 que llegará este año al mercado, y a la que parece que quiere sumarse Volkswagen.

También está la cuestión de los asistentes a la conducción. Y es que los fabricantes chinos han comprobado como la conducción autopilotada se ha convertido en un «debe tener» de sus nuevos lanzamientos, con diferentes escalas, pero con un denominador común, incluso los modelos de acceso los montan. En Europa, lo básico que manda la legislación, y por que lo manda la legislación.

Un nuevo ejemplo gráfico nos muestra las enormes diferencias de visión entre China y Europa. Es el lanzamiento de un modelo que los europeos ni siquiera han imaginado en sus muchos prototipos y renders, pero que ya está a la venta en el mercado chino. Hablamos del Fang Cheng Bao 3.

Se trata de una de las marcas de BYD, dedicada a la producción de coches eléctricos e híbridos enchufables con aspiraciones offroad, o aventureros. Un modelo que ya está disponible para su compra en China, y que lo hace con un elementos diferencial, el contar con un puerto que esconde un dron.

El Fang Cheng Bao 3 es un SUV de tamaño medio: 4,60 metros de largo, 1,90 metros de ancho y 1,72 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,74 metros. Es decir, un anti Audi Q4 e-tron en potencia. Pero en su caso, con unas cotas todoterreno más que interesantes: un ángulo de ataque de 25 grados y de salida de 28.

El Bao 3 está propulsado por un sistema de tracción total de doble motor que combina un motor de 110 kW en la parte delantera con un motor de 200 kW en la trasera. Esta configuración genera una potencia combinada de 310 kW (422 CV), lo que permite al vehículo acelerar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos, según las especificaciones del fabricante. Incorpora una batería LFP de 78,72 kWh, que proporciona una autonomía estimada de 510 km en las condiciones de prueba del CLTC de China.

Además de parecer un todoterreno, el Bao 3 es un todoterreno. Las especificaciones incluyen un sistema inteligente de control de adaptación del par (iTAC), suspensión de amortiguación adaptativa Yun-C con funcionalidad predictiva y un diseño de suspensión trasera de cinco brazos. Si bien utiliza una construcción monocasco en lugar de la tradicional arquitectura de carrocería sobre bastidor, el Bao 3 incorpora elementos de protección de bajos para aplicaciones todoterreno.

El vehículo ofrece un sistema de dron integrado opcional, desarrollado en colaboración con DJI y adaptado específicamente del modelo Air 3S para ofrecer capacidades de fotografía y vídeo automatizado.

Este sistema añade un «hangar» para el dron en la parte superior del vehículo, lo que modifica su aspecto, afectando tanto el diseño como la aerodinámica. El espacio tiene forma cuadrada con bordes lisos, una superficie de 0,29 metros cuadrados y una altura de 215 mm.

El sistema permite que el dron despegue y aterrice con el vehículo en movimiento a velocidades de hasta 25 km/h y que lo siga hasta una velocidad máxima de 54 km/h, con un alcance de 2 kilómetros. Además, su inteligencia artificial le permite regresar y aterrizar automáticamente, e incluye un editor de vídeo para crear clips directamente en el vehículo.

No falta a su cita la conducción autónoma, en este caso montando el God’s Eye y DiPilot 100, que le permite moverse en diferentes escenarios.

Una propuesta que comenzará su preventa el 31 de marzo con un precio inicial previsto de 220.000 yuanes (aproximadamente 28.000 euros). Precio de un compacto eléctrico y básico en Europa.

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