Coches eléctricos al doble de precio que en China, y ahora quieren que usemos el móvil como pantalla
Volkswagen no solo llegará tarde con su propuesta por debajo de los 20.000 euros, sino que además propone que sea el cliente el que use su teléfono para ahorrarse la pantalla de info-entretenimiento.
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Publicado: 08/10/2024 09:38
Volkswagen está trabajando en lanzar su próxima generación de coches eléctricos, y lo hace con el objetivo de que la alternativa más económica no cueste 30.000 euros. Ahora, el reto son los 25.000 euros, y el siguiente paso será bajar de los 20.000 euros. Para esta última opción, el fabricante alemán está pensando en una alternativa bastante polémica.
El precio es sin duda una de las principales, o la principal, barrera de los clientes a la hora de dar el salto al coche eléctrico. A pesar de las mejoras de los últimos años, queda mucho por hacer. Algo en lo que los grandes grupos están trabajando con mayor o menor intensidad o acierto.
Según el diario alemán Spiegel, que cita fuentes internas, Volkswagen está pensando en eliminar la pantalla de info-entretenimiento en sus modelos de bajo coste para ahorrar costes.
La idea se llama internamente «Trae tu propio dispositivo», y básicamente supondría que para disfrutar de conectividad, navegación o música, el cliente tendrá que usar su smartphone.
Esta idea ya ha sido usada en otros modelos, como es el caso del viejo Volkswagen e-Up, o también se pondrá en marcha en la versión de acceso del Citroen e-C3 que llegará el próximo año al mercado, y a la que parece que quiere sumarse Volkswagen.
Está previsto que el coche eléctrico de 20.000 euros de Volkswagen llegue al mercado en 2027. Una fecha que se ha visto dilatada en el tiempo por culpa de los muchos problemas que está teniendo el programa de coches eléctricos de Volkswagen, golpeado por los constantes retrasos en plataformas y software, o la ruptura del acuerdo con Renault, que les ha llevado a abrir vías de colaboración con otras marcas.
Opinión
Una medida de ahorro cuando menos polémica, ya que hablamos de un componente que supone una pequeña parte del conjunto. Entre 50 y 100 euros una pantalla pequeña.
Pero este es un gesto, o un globo sonda, que denota lo perdidos que están algunos grupos europeos, que no solo van con dos o tres años de retraso frente a sus rivales, sino que además de tarde, llegarán con precios el doble de altos de sus equivalentes en China, y además con la amenaza de que tendremos que usar nuestros teléfonos para ahorrarse la pantalla.
Una auténtica alfombra roja a los grupos chinos, que no tendrán que esforzarse demasiado para hacerse con el mercado ya a corto plazo.