
Después de 600.000 km, este Hyundai Ioniq 5 ha ahorrado a su propietario 19.000 euros en combustible y mantenimientos
Esta unidad del Hyundai Ioniq 5 pone sobre la mesa la enorme duración que pueden llegar a tener las baterías de los actuales coches eléctricos, superando los 580.000 kilómetros recorridos, y con un uso constante de la carga rápida.

La degradación de la batería es una preocupación seria para muchos propietarios de coches eléctricos, y su sustitución puede suponer un desembolso considerable, llegando incluso a decenas de miles de euros. Por eso, la historia del Hyundai Ioniq 5 de Lee Young-Heum puede ayudar a reducir o eliminar estos miedos. Este comercial surcoreano recorrió una enorme cantidad de km en su Hyundai Ioniq 5: nada menos que 580.000 kilómetros en tan solo dos años y nueve meses.
Esta cifra estratosférica llamó la atención del Instituto de Investigación de Hyundai-Kia, que quería analizar el estado tanto de la batería como del sistema de propulsión. Aunque el propietario no había informado de ningún problema en el pack, Hyundai le cambió la batería y el motor de su coche de forma gratuita para poder examinar los componentes usados después de más de medio millón de km recorridos.
El análisis reveló que después de viajar una distancia superior a la que separa la Tierra de la Luna, la batería mantenía un 87,7% de su capacidad original. Un número realmente impresionante, especialmente si se tiene en cuenta que Lee utilizaba la carga rápida de manera habitual. Algo que, de nuevo, nos indica que este tipo de carga si el coche la gestiona correctamente con un sistema de refrigeración competente, no tiene especial efecto en la vida útil de una batería.
Según explicó Yoon Dal-Young, de Hyundai, «Al desarrollar una batería, necesitamos crear un modelo de predicción para el rendimiento de durabilidad y verificar si este modelo coincide con los resultados del uso real. Por eso hemos revisado las baterías de vehículos de clientes con un alto kilometraje acumulado«. Normalmente, el fabricante utiliza taxis para estas pruebas, pero el coche de Lee tenía el kilometraje más alto que habían visto en un Ioniq 5.
Casi 20.000 euros de ahorro operativo

Además de la llamativa resistencia de la batería, Lee también destacó el enorme ahorro en mantenimiento y combustible. Con un coche de combustión interna, necesitaba cambiar el aceite cada quince días debido a la gran cantidad de kilómetros que realizaba. Según el propietario, recorría entre 800 y 900 km al día, descansando uno o dos días a la semana.
A pesar de este mantenimiento regular, en su modelo de combustión, ha tenido que reemplazar varias veces componentes del motor y del sistema de propulsión por desgaste o avería.
Preguntado sobre la carga, este ha indicado que ha realizado una o dos cargas diarias, indicando que no ha sido una operación molesta ya que debido a la elevada cantidad de km a realizar cada día, estas dos paradas son imprescindibles.
También ha destacado el silencio del vehículo, lo que le a permitido disfrutar de la música e incluso le ha animado a devorar nada menos que 900 audiolibros en este tiempo.

Sin embargo, con el Ioniq 5, la situación fue radicalmente diferente. Lee solo tuvo que reemplazar los «elementos más básicos». Hyundai calculó que, a los 660.000 kilómetros, un Tucson de gasolina habría requerido 66 cambios de aceite, 8 reemplazos de bujías, 13 cambios de líquido de frenos y 11 cambios de aceite de la transmisión, además del desgaste habitual de pastillas de freno, discos y ruedas. El coste estimado de este mantenimiento para el Tucson se situaba entre 7.604 y y 8.238 euros (entre 12 y 13 millones de wones), mientras que el del Ioniq 5 fue significativamente menor, de tan solo 950 euros (1,5 millones de wones).
El ahorro en costes de «combustible» también fue considerable. Hyundai estimó que un Tucson con motor turbo de 1.6 litros habría necesitado unos 50.692 euros (80 millones de wones) en gasolina, en contraste con un coste de carga del Ioniq estimado de alrededor de 31.682 euros (50 millones de wones). Esto supone un ahorro de nada menos que 19.000 euros (30 millones de wones) en dos años y nueve meses de uso. Y eso que usaba estaciones públicas y rápidas, que son mucho más caras que la carga en casa.

Aparte del ahorro económico, el Ioniq 5 apenas dio problemas. Sin embargo, después de 650.000 kilómetros, dejó de cargar en alterna. Esto se debió, según los informes, a que el cargador a bordo había llegado al final de su vida útil y había «muerto de forma natural». Pero al darle poco uso, decidió no cambiarlo.
A pesar de este pequeño inconveniente, el coche seguía funcionando perfectamente y ya superaba los 671.000 kilómetros en el odómetro. Ahora, sin embargo, se tomará un merecido descanso, ya que el propietario ha cambiado de trabajo y conducirá menos. Aunque seguirá con su coche hasta que aguante.
Una historia que supone un potente testimonio del enorme potencial que los profesionales pueden sacar de los coches eléctricos gracias a su menor coste operativo, y también de la sostenibilidad que supondría un parque móvil formado por estos vehículos, con el ahorro en combustibles y componentes de desgaste que usan los modelos de combustión.
Los consejos y conclusiones de Hyundai

Según indica Hyundai en su artículo, el secreto detrás de la durabilidad de las baterías, incluso tras un uso intensivo como el del Ioniq 5, radica en una exhaustiva recopilación y análisis de datos de vehículos con alto kilometraje. Hyundai-Kia realiza un seguimiento continuo del rendimiento de las baterías en condiciones reales, principalmente a través de flotas de taxis y, en este caso excepcional, con el Ioniq 5 de un comercial. Este enfoque permite crear modelos de predicción de durabilidad precisos y ajustar los estándares de diseño para garantizar una vida útil comparable o superior a la de los vehículos de combustión interna, teniendo en cuenta tanto la distancia recorrida como el tiempo de uso.
Hyundai y Kia diseñan sus baterías para soportar condiciones extremas, superando incluso los estándares de garantía habituales, con el objetivo de asegurar la fiabilidad en todo tipo de uso, incluyendo vehículos comerciales con alta exigencia. Aunque la carga rápida puede ejercer más estrés en la batería que la carga lenta, las baterías de Hyundai Motor Group están desarrolladas para funcionar de manera óptima en ambos escenarios. El sistema de gestión de la batería (BMS) juega un papel crucial al monitorizar continuamente el estado de carga y la salud de las celdas individuales, permitiendo a los usuarios cargar sus vehículos sin preocupaciones. No obstante, para maximizar la longevidad de la batería, se recomienda mantener los niveles de carga entre el 10% y el 80%.
La experiencia acumulada por Hyundai Motor Group en el desarrollo de tecnologías de electrificación, incluyendo híbridos y vehículos de pila de combustible, junto con la colaboración estrecha con fabricantes de baterías coreanos de alta calidad, son factores clave. Sin embargo, la verdadera maestría reside en la capacidad de aprovechar al máximo el rendimiento de las baterías instaladas en los vehículos. Incluso utilizando la misma batería, el nivel de acabado y la gestión de la energía pueden variar significativamente entre fabricantes. El objetivo del equipo de desarrollo de baterías de Hyundai y Kia es ofrecer soluciones integrales que garanticen un rendimiento excelente, seguridad y durabilidad, proporcionando así vehículos eléctricos superiores a sus clientes.
Fuente | Hyundai-KIA