
Citroën quiere responder al Renault 4 con su propio coche eléctrico retro y económico: el 2CV
Citroën podría unirse a la moda retro con el relanzamiento de uno de sus modelos más aclamados: el 2CV. Sin embargo, la firma de los chevrones todavía no ha tomado una decisión definitiva al respecto.

En pleno desembarco masivo de fabricantes chinos en el mercado europeo, algunos grupos autóctonos han comenzado a recurrir a su herencia para distinguirse de los recién llegados y apelar a la nostalgia de los clientes. Un buen ejemplo de esta estrategia son los Renault 5 y Volkswagen ID. Buzz, cuyo diseño retro-futurista ha sido muy bien recibido por el público.
Según recoge la prensa británica, Citroën está estudiando la posibilidad de implementar una estrategia similar. Aparentemente, la firma de los chevrones se encuentra debatiendo recuperar uno de sus modelos más recordados: el 2CV (1948-1990). La decisión recaerá sobre su nuevo CEO, Xavier Chardon, que fue elegido el pasado mes de mayo.
La revista Auto Express ha entrevistado a su predecesor, Thierry Koskas, así como al jefe de diseño de Citroën, Pierre Leclercq, para conocer su opinión sobre el asunto. «Tenemos una herencia muy sólida, una de las más ricas de la industria automotriz», declara Koskas, que en el momento en el que se realizó la entrevista todavía era el máximo responsable de Citroën.
«Tenemos el 2CV, el Traction Avant, el DS: automóviles increíbles, conocidos en todo el mundo. Estoy totalmente de acuerdo en que una de las grandes fortalezas de las marcas europeas es su herencia. En cuanto al producto, no nos hemos propuesto como objetivo general el diseño retro. Pero no descarto que estudiemos y exploremos un poco; estamos abiertos a ello. Sin embargo, en Citroën no todos los coches del futuro recordarán a modelos anteriores».

Citroën tiene un rico legado que podría explotar en los próximos años
En caso de recibir luz verde, el nuevo 2CV deberá estar bien posicionado; sin embargo, cabe preguntarse si su planteamiento espartano y minimalista al extremo tendría cabida en el panorama actual. «Si lo hiciéramos, tendríamos que ser muy cuidadosos y cautelosos con la forma de hacerlo», reconoce Koskas, señalando que no todos los remakes son un éxito.
El principal problema es que el diseño del 2CV es muy difícil de trasladar a la actualidad: sus guardabarros sin integrar y sus faros separados de la carrocería son herencia de los automóviles anteriores a la Segunda Guerra Mundial, mientras que su redondeada silueta podría comprometer la habitabilidad, mismo problema que padecía el Volkswagen New Beetle de los años 90.
Leclercq afirma por su parte que elementos como las ruedas traseras carenadas no terminan de encajar en los diseños actuales. «Me gustaría volver al pasado para algunos proyectos; es interesante. Han hecho un gran trabajo con el Renault 5. ¿Queremos hacer lo mismo? Es una buena pregunta: ¿por qué no? ¿Por qué sí? La verdad es que no hay nada planeado. Pero no nos prohibimos intentarlo». De llegar a buen puerto, lo más seguro es que el nuevo 2CV hiciera uso de la plataforma Smart Car de Stellantis, una arquitectura de bajo coste compatible con motorizaciones térmicas, híbridas y eléctricas.
Fuente | Auto Express