Un tubo de escape para coches eléctricos, la última solución para evitar incendios en las baterías

General Motors ha patentado un sistema de escape que busca evitar que, cuando la batería de un coche eléctrico sufra una fuga térmica, termine desembocando en un incendio.

Un tubo de escape para coches eléctricos, la última solución para evitar incendios en las baterías
Las baterías rara vez se ven afectadas por los incendios.

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Publicado: 16/06/2025 08:01

General Motors ha patentado un escape para coches eléctricos. Sí, lo habéis leído bien. Normalmente, este elemento se emplea en vehículos térmicos para expulsar los gases procedentes del motor de combustión interna; sin embargo, dado que un eléctrico no tiene emisiones directas, el grupo norteamericano le ha encontrado una nueva función.

Se trata de un escape de emergencia diseñado para prevenir incendios en caso de que las baterías sufran una fuga térmica, una reacción que provoca un aumento rápido y descontrolado de la temperatura en el pack. El sistema patentado por General Motors consiste en una serie de válvulas que permiten liberar los gases calientes a la atmósfera, evitando con ello que otras celdas se vean afectadas y reduciendo el calor de la batería, lo que a su vez minimiza el riesgo de ignición.

General Motors no es el único fabricante que está trabajando en una tecnología similar, pues Stellantis también patentó en su momento un sistema muy parecido, si bien incorporaba una suerte de catalizador para evitar la expulsión al exterior de ciertas sustancias nocivas o peligrosas.

A pesar de que los incendios de coches eléctricos suelen acaparar una enorme atención mediática, lo cierto es que estadísticamente son mucho menos propensos a quemarse que los modelos térmicos e híbridos, un dato que ha sido confirmado tanto por la Oficina de Estadísticas de Transporte como por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos.

El Equinox EV es el eléctrico más económico de Chevrolet en Estados Unidos.

Los coches eléctricos se incendian menos que los térmicos y los híbridos

El principal problema de los incendios de vehículos eléctricos es que son mucho más difíciles de apagar en caso de que las llamas afecten a la batería debido a las reacciones que se producen en las celdas; además, existe el riesgo de reignición una vez se han sofocado. La popularización de químicas como la LFP (litio-ferrofosfato), más segura que la clásica NCM (níquel, cobalto, manganeso), debería ayudar a reducir estos episodios.

Además, China recientemente anunció la creación de una nueva normativa de seguridad que, a partir del mes que viene, exigirá que las baterías no se incendien ni exploten, incluso tras sufrir una fuga térmica. Para demostrar su resistencia, los fabricantes deberán someterlas a varios test, incluido uno de impacto inferior. El primero en cumplir la nueva norma GB 38031-2025 ha sido CATL con sus avanzadas baterías Qilin, que son utilizadas por marcas como Zeekr (Geely).

Fuente | The Drive

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