AVAS, el sistema de aviso acústico de los coches eléctrico

AVAS, el sistema de aviso acústico de los coches eléctrico
El sistema acústico AVAS previene a los peatones de la presencia de un coche eléctrico

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Publicado: 01/04/2022 12:53

El sistema AVAS o SAAV en español (Sistema de Aviso Acústico de Vehículos) es el sonido que tienen que emitir todos los coches eléctricos fabricados desde el 1 de julio de 2019 para advertir su presencia a los peatones.

Su objetivo es reducir el riesgo de atropello a un peatón cuando un vehículo eléctrico circula a poca velocidad ya que genera muy poco ruido. Con la ayuda del sistema AVAS los peatones y ciclistas perciben fácilmente la presencia de un vehículo y pueden evitar un posible accidente.

¿Por qué es necesario el sistema AVAS?

Una de las características que nos sorprenden al ver por primera vez un coche eléctrico es la práctica total ausencia de ruido cuando iniciamos la marcha. Esta escasa sonoridad, que contribuye a disminuir la contaminación acústica, se convierte en un arma de doble filo con respecto a la seguridad vial de los peatones que no tengan al coche en su campo de visión.

Además, desde hace tiempo, las asociaciones europeas de personas con algún tipo de deficiencia visual, reclamaban algún tipo de medida. Consideran que esta ausencia de ruido supone un mayor riesgo para ellas al no percatarse de la presencia de un vehículo eléctrico de la misma forma que con un vehículo de combustión interna. Según un estudio de la ONCE de hace algunos años, el riesgo de atropello aumentaba un 40% cuando el coche era silencioso.

¿Qué hace al AVAS para advertir a los peatones?

El parking público es un punto crítico donde la ausencia de ruido al circular puede provocar accidentes con los peatones

La normativa del sistema AVAS establece que la alerta acústica debe activarse cuado el coche arranca y circula a una velocidad inferior a los 20 km/h. Debe activarse igualmente cuando el vehículo circula marcha atrás y puede ser un sonido distinto. El sistema no puede desconectarse por voluntad del conductor.

El sonido generado debe situarse entre los 56 decibelios (el nivel de una conversación normal) y los 75 decibelios (el nivel de un motor térmico). Debe modularse según la velocidad, es decir, comportarse de manera equivalente a como lo haría un motor térmico, aumentando en tono y volumen cuando se acelera.

A partir de los 20 km/h ya no es necesario que esté en funcionamiento ya que el propio ruido de la circulación del coche es suficiente para alertar de su presencia a los peatones.

Dentro de estos parámetros, el sonido no es común para todos los coches. Cumpliendo con los niveles de ruido, cada fabricante puede escoger el sonido o la melodía que prefiera.