Los bomberos lo confirman: los coches eléctricos arden menos y no son más difíciles de apagar

Los datos suelen llevar la contraria a los mitos, y como ejemplo la cuestión de los coches eléctricos y los incendios. Las cifras y los expertos lo dejan claro. No solo no arden más, sino que son incluso más seguros frente al fuego, y no son más difíciles de apagar.

Los bomberos lo confirman: los coches eléctricos arden menos y no son más difíciles de apagar

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Publicado: 12/11/2025 12:33

Desde que los coches eléctricos han ganado terreno en el mercado, los bulos no han tardado en multiplicarse. Uno de los más persistentes: que tienen un riesgo de incendio mucho mayor que un coche de combustión. Las imágenes de eléctricos ardiendo y siendo sumergidos en contenedores llenos de agua han calado hondo en el imaginario colectivo. Pero los datos reales y los expertos dicen otra cosa muy distinta.

El mito se desinfla: arden menos, no más

Según Christian Emrich, jefe de bomberos en la ciudad alemana de Friburgo, en declaraciones a Auto Motor und Sport: "Los eléctricos no arden más, arden menos". Las cifras respaldan su afirmación. Varios estudios, como uno realizado en Suecia en 2023, muestran que un coche eléctrico tiene hasta veinte veces menos probabilidades de incendiarse que uno de combustión.

En Estados Unidos, las estadísticas de 2020 indican que los térmicos sufrieron cerca de 100 incendios por cada 1.000 millones de kilómetros recorridos, mientras que los eléctricos apenas registraron entre 3 y 4 incendios por la misma distancia.

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Ni los datos de los bomberos ni los informes de las aseguradoras encuentran evidencias de que los coches eléctricos sean más peligrosos en este aspecto. La razón, según el profesor Helmut Ehrenberg del Instituto de Tecnología de Karlsruhe, está en la evolución de las baterías: "Para un fabricante premium no hay nada peor que un coche ardiendo en las noticias. La seguridad ya no es una opción, es una obligación".

Y esa obligación se traduce en protocolos muy estrictos. Por ejemplo, las baterías deben superar pruebas como el llamado “test del clavo”, en el que se atraviesa una celda con un objeto metálico para simular daños extremos. ¿El resultado esperado? Un poco de humo, pero ni llamas ni explosiones. Si no lo supera, esa batería no va al coche.

Apagar un eléctrico no es más difícil, solo distinto

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Pero mientras que la primera parte estás más o menos clara para la mayoría, el otro gran temor gira en torno a cómo se apagan estos fuegos. ¿Se necesitan lanzas especiales? ¿Contenedores de inmersión? ¿Sistemas complejos? Según Emrich, todo eso es innecesario e incluso peligroso. "No recomendamos el uso de contenedores, lanzas ni mantas ignífugas. Basta con refrigerar con agua, preferiblemente desde abajo", explica. El objetivo es mantener la batería por debajo de los 80 grados, lo que reduce el riesgo de reacciones en cadena.

Es cierto que la extinción de un incendio en un eléctrico puede durar más, hasta una o dos horas en algunos casos, pero el proceso es igual de eficaz. Como dice Emrich, no es ni mejor ni peor, simplemente diferente.

Por otro lado, hay una preocupación frecuente entre quienes llegan primero al lugar de un accidente: el riesgo de descarga eléctrica. Ehrenberg aclara que ese miedo es infundado. En caso de colisión, los coches eléctricos llevan sensores que interrumpen automáticamente la conexión entre las celdas de la batería, del mismo modo que se activa un airbag. De hecho, cada celda por sí sola solo tiene unos 5 voltios, una tensión que no representa peligro. "No me preocuparía en absoluto si tuviera que asistir a un accidente con un coche eléctrico", asegura el profesor.

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Bateria LFP de BYD

Las brigadas de bomberos llevan años preparándose para este tipo de emergencias. Desde 2018, existen manuales específicos en Alemania sobre cómo actuar ante un incendio en un coche eléctrico, reforzados en 2021 con recomendaciones adicionales elaboradas con la industria y los cuerpos técnicos de los fabricantes. Pese a todo, muchos mitos siguen circulando.

Parte del problema, señala Emrich, es la estructura descentralizada del cuerpo de bomberos en lugares como Alemania, donde más de un millón de efectivos requieren formación continua. La rotación constante de personal y la presión política para adquirir ciertos equipos –muchas veces basándose en ideas erróneas– complican la tarea.

La realidad es que pese a los mitos y leyendas, los coches eléctricos no son más peligrosos en este aspecto. La tecnología avanza, y las cifras acompañan. La conclusión de los expertos es clara: los coches eléctricos no solo son seguros, también son menos propensos a incendiarse que los de combustión.

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