
El CEO de Volvo lo ve claro: «La única protección contra las marcas chinas no son los aranceles, es ser más competitivos»
Håkan Samuelsson, director ejecutivo y presidente de Volvo Cars, habla muy claro sobre la situación actual que vive la industria automovilística europea y sobre los pasos que deben darse en la UE ante la expansión de las marcas chinas.

El 2025 parece estar siendo un año bastante más "tranquilo" para la industria automovilística aquí en Europa. Si lo recuerdas, en 2024 la actualidad estuvo protagonizada primero por la aprobación de los aranceles adicionales a los coches eléctricos chinos y, posteriormente, por la medida que venía a suavizar las limitaciones de emisiones de CO2 a las marcas. Ambas medidas han tenido un efecto directo en el sector, que sigue preocupado por la expansión de los fabricantes chinos, cada vez más numerosos y cada vez con más ventas en nuestro territorio.
Una de las marcas más afectadas por las dos medidas antes comentadas puede haber sido Volvo. Primero, por su especial vinculación con China: pertenece al gigante asiático Geely y desde allí fabricaba y traía a Europa una de sus últimas novedades eléctricas, el EX30, si bien este ya cuenta su réplica en Bélgica desde el pasado mes de abril; y por otro lado, Volvo era una de las mejores posicionadas para que el resto de marcas le comprasen “créditos de carbono” para evitar las multas de la UE.
«Vimos el valor de los créditos de emisiones que podríamos vender a otros fabricantes menos rápidos. Creo que es una buena manera de usar ese dinero para acelerar la transición. El cambio es un gran inconveniente, ahora que todo se ha retrasado, lo cual no es bueno para nuestra empresa». Son declaraciones del CEO y presidente de Volvo Cars, Håkan Samuelsson, quien ha hablado sobre estas cuestiones y algunas otras en una entrevista para Euronews, dejando algunos titulares interesantes. Por ejemplo, sobre los aranceles impuestos a las marcas chinas y cómo estos no terminan de ser la protección que necesita Europa contra la llegada de sus baratos y tecnológicos coches eléctricos.

«Realmente no hay protección en forma de aranceles ni de ningún otro tipo. La única protección para nuestra industria es que mejoremos y seamos más competitivos. Creo que un buen pronóstico es que tendremos una competencia muy dura por parte de los nuevos fabricantes chinos de vehículos eléctricos, y cuanto antes nos adaptemos a ello y empecemos a desarrollar nuestros coches, mejor», destacó Samuelsson.
Como muchos otros actores del sector defienden, Europa necesita ponerse las pilas y «ponerse en forma» para competir de verdad contra las marcas chinas, algo que Volvo y otras están empeñadas en poder hacer. Y lo mismo si marcas como la suya quieren hacer algo verdaderamente provechoso en suelo chino, algo que llama la atención y habla del cambio drástico que ha tomado el mercado local allí.
De nada sirve replicar los modelos europeos, las marcas occidentales deben cambiar el enfoque: «Los clientes chinos están muy interesados en la tecnología, por lo que les gustan muchas funciones de software en sus coches. Creo que ese es un ejemplo de una situación en la que no se pueden simplemente poner características desarrolladas en Europa en los vehículos, es necesario desarrollar la tecnología junto a los chinos para realmente liderar".
El CEO de Volvo también habló claro sobre la fecha del 2035 para prohibir en Europa los coches con motores térmicos, y lanza un mensaje a la industria y la UE: «Creo que para tener una fecha límite creíble para los coches de combustión, es necesario que también haya una fecha muy creíble para las inversiones y la expansión de las redes de carga. De lo contrario, será imposible ser totalmente eléctrico para 2035», remató Samuelsson.