
China y Europa, a punto de alcanzar un acuerdo sobre los aranceles a los coches eléctricos
La Unión Europea y China cada vez están más cerca de llegar a un acuerdo comercial que ponga fin a los aranceles proteccionistas de Bruselas contra los coches eléctricos fabricados en el país asiático.

De acuerdo con el Ministerio de Comercio de China, las negociaciones con la Unión Europea para establecer precios mínimos para los vehículos eléctricos fabricados en el país asiático como alternativa a los actuales aranceles están muy avanzadas. Aunque las conversaciones han entrado en sus etapas finales, todavía queda trabajo por delante.
Según Bruselas, los subsidios estatales concedidos por Pekín a sus fabricantes suponen una ventaja competitiva injusta, de ahí la necesidad de imponer medidas proteccionistas. En cualquier caso, su efectividad será sólo temporal, ya que grupos como BYD o Chery ya han confirmado su intención de empezar a producir en suelo europeo a corto plazo.
Aparentemente, el posible acuerdo entre ambos bloques está más cerca tras la reunión mantenida a principios de mes por el ministro de Comercio de China, Wang Wentao, y el comisario de Comercio de la Unión Europea, Maros Sefcovic. Los equipos de trabajo han recibido instrucciones para intensificar sus esfuerzos de cara a resolver el conflicto comercial.
Los aranceles europeos se han convertido en un auténtico dolor de cabeza no sólo para las marcas chinas, sino también para las europeas. Y es que modelos como el CUPRA Tavascan, el Dacia Spring o el Volvo EX30 se fabrican allí. Mientras que Dacia ha anunciado una nueva generación de su urbanita para el año que viene, la cual será made in Europe, Volvo recientemente comenzó a producir el EX30 en Gante (Bélgica).

Los fabricantes europeos, en contra de los aranceles a los coches eléctricos chinos
Wayne Griffiths, el que fuera CEO de SEAT S.A. hasta finales de marzo, criticó con dureza los aranceles días antes de su salida, ya que actualmente CUPRA absorbe la tasa adicional del 20.7% impuesta por Bruselas, que se suma a la anterior del 10%. “Esto podría ponernos en una situación en la que tengamos que empezar a despedir personal. Actualmente, estamos pagando la tasa en lugar del cliente y no podemos seguir haciéndolo”.
Griffiths llegó a advertir de que, si no se eliminan los aranceles, “habrá que dejar de fabricar los SEAT Ibiza y Arona”, así como “reducir la producción de coches de combustión”. En palabras del ejecutivo, “lo que los responsables políticos deben comprender es que, al tomar decisiones, [en el caso de] los fabricantes se trata de decisiones a largo plazo sobre tecnología, modelos, plataformas y plantas de producción. No se puede improvisar de un día para otro, por lo que se necesita cierta fiabilidad a largo plazo. Así que creo que necesitamos cierta certidumbre en ese aspecto”.
Fuente | Bloomberg