
China lidera en coches eléctricos, pero Europa aún tiene posibilidades
Este informe pone sobre la mesa que China lidera el mercado del coche eléctrico, pero ya no basta con buena tecnología. Ahora, la infraestructura, los precios y la confianza en las marcas son clave. Europa debe acelerar si quiere seguir siendo relevante en una nueva era que solamente acaba de empezar y donde todavía hay mucha tela que cortar.

La edición 2025 del informe E-Mobility Attractiveness Index elaborado por la consultora BearingPoint y el prestigioso diario alemán Handelsblatt, revela un escenario de creciente equilibrio tecnológico en el mercado mundial de coches eléctricos. China encabeza el ranking con una puntuación de 133,5 puntos, seguida por Estados Unidos (114,4), Alemania (108,4) y Francia (94,6). Sin embargo, los datos muestran que ya no basta con ofrecer productos avanzados: la infraestructura de carga, el precio final y la confianza del consumidor son ahora los factores clave para impulsar o frenar la adopción del coche eléctrico.
Con una tecnología ya madura en todos los grandes mercados, incluyendo autonomía, velocidad de recarga y consumo energético, la competencia se traslada a terrenos como la red de carga pública, los incentivos fiscales, los costes energéticos y la percepción de marca. En este sentido, China se ha colocado en una posición dominante gracias a décadas de inversión estratégica, apoyo gubernamental masivo, regulación a medida y una decidida apuesta por la producción local. No obstante, los analistas del informe creen que esta ventaja no es insalvable, siempre que Europa y EE. UU. aceleren sus políticas industriales y comerciales, y mantengan el enfoque en la digitalización y la sostenibilidad.
Uno de los grandes puntos de fricción sigue siendo la infraestructura de carga. En China y Alemania, la densidad de puntos de recarga públicos otorga confianza a los propietarios para el uso cotidiano, tanto en ciudad como en zonas rurales. En cambio, países como Francia y Estados Unidos todavía presentan redes dispares, especialmente fuera de los núcleos urbanos y en zonas sin acceso privado a enchufes, lo que limita la viabilidad del coche eléctrico como único vehículo familiar.

El informe también pone el foco en la importancia de los factores económicos, altamente condicionados por decisiones políticas. China mantiene su ventaja gracias a modelos asequibles, electricidad barata y una producción a gran escala que reduce los costes. En contraste, Alemania ha perdido atractivo tras retirar ayudas a la compra, mantener tarifas eléctricas elevadas y aplicar aranceles a las importaciones chinas. Para revertir esta tendencia, se sugiere el regreso de incentivos, la expansión urgente de la infraestructura, y una apuesta industrial a largo plazo por el reciclaje, las baterías y las cadenas de suministro locales.
Pero uno de los elementos más subestimados es la confianza del consumidor en las marcas. En todos los mercados analizados, las firmas nacionales lideran la percepción positiva: BYD en China, Renault en Francia, Volkswagen en Alemania y Tesla en Estados Unidos. No obstante, esta fortaleza no se traslada con facilidad al extranjero. Aunque BYD obtiene la mejor puntuación global del índice (155,9 puntos), sus modelos siguen enfrentando reticencias de imagen en Europa, algo que también afecta a otras marcas chinas como MG. A su vez, los fabricantes alemanes conservan su ventaja en el segmento premium, pero cada vez con más presión por parte de un consumidor joven menos fiel y más pragmático.
Para que los fabricantes chinos logren éxito sostenido fuera de su país, el informe concluye que deberán construir una presencia local creíble, combinar precios competitivos con estrategias de marca específicas por región y entender mejor las preferencias de los usuarios. Solo así podrán transformar su indiscutible calidad técnica en un auténtico éxito comercial global.
Fuente | Bearingpoint