
"No conozco muchos fabricantes no chinos capaces de hacerlo". Todos los eléctricos de Renault tendrán baterías LFP en 2026
François Provost, CEO del Grupo Renault, ha anunciado que el año que viene toda su gama eléctrica dará el salto a las baterías LFP, más económicas que las NCM utilizadas hasta el momento.

En el último lustro, las baterías LFP (litio-ferrofosfato) han ganado mucho terreno a las otrora omnipresentes NCM (níquel, cobalto, manganeso) gracias a la industria china, que ha impulsado su adopción masiva debido a su menor coste. Más allá de resultar más barata, esta química también ofrece importantes ventajas en aspectos como la longevidad o la seguridad, lo que explica que CATL y BYD hayan apostado con fuerza por ella.
Aunque la mayoría de fabricantes chinos ya han dado el salto a esta tecnología, las marcas europeas todavía se encuentran en plena transición. Stellantis ya cuenta con vehículos eléctricos dotados de baterías LFP (Citroën ë-C3 y ë-C3 Aircross, FIAT Grande Panda, Opel Frontera...), mientras que Mercedes-Benz y Volkswagen lanzarán sus primeros modelos de cara al año que viene.
2026 también ha sido el año elegido por Renault para desplegar esta solución en su gama eléctrica. En un principio, la firma del rombo recurrirá a dos proveedores: por un lado CATL, que suministrará celdas tanto al nuevo Twingo como a sus hermanos, los futuros Dacia Spring y Nissan Pixo; y por otro LG Energy Solution, que además aportará un sistema de empaquetado CTP (Cell-to-Pack) hasta ahora inédito en el grupo francés.
Si bien estaba confirmado de antemano que los Twingo, R5 y R4 recibirían baterías LFP el año que viene, el nuevo CEO del Grupo Renault, François Provost, ha sorprendido al confirmar que los Mégane y Scénic también se beneficiarán de ellas. "El año que viene, tendremos una segunda batería, LFP, en todos los coches Renault existentes. No conozco muchos fabricantes no chinos capaces de hacerlo en Europa".

Los Mégane y Scénic también se beneficiarán de las nuevas baterías
La adopción de la química LFP es uno de los puntos claves para lograr una reducción de costes del 40% en sus coches eléctricos para 2028, cuando llegará su segunda generación de compactos (Mégane, Scénic y los futuros Austral y Rafale eléctricos). Entre otros avances, estos modelos contarán con una arquitectura de 800 voltios que les permitirá cargarse del 15 al 80% en aproximadamente 15 minutos.
Volviendo a 2026, todavía no está claro si la llegada de las baterías LFP traerá consigo una bajada de precios generalizada en la gama eléctrica de Renault, ya que no sería la primera vez que un fabricante decide reducir costes y mantener las tarifas previas para maximizar su margen de beneficio. En cualquier caso, no saldremos de dudas hasta dentro de unos meses.
Fuente | Boursier