Cuando nos preguntan cuánto tarda en cargar un coche eléctrico, muchas veces no sabemos que responder ya que las posibilidades son muchas. Depende del tipo de punto, la potencia, el vehículo. Es por eso que en este artículo vamos a desgranar los diferentes tipos y cuánta autonomía podremos cargar en nuestro coche eléctrico según sus características.
La respuesta rápida es que depende principalmente de la potencia disponible. No es lo mismo una toma convencional donde enchufaremos otros aparatos, que una estación de carga ultrarrápida. Pero tampoco será igual según el sistema de carga de cada modelo.
Carga convencional: es la más estandarizada para la carga vinculada (en la vivienda) y todos los fabricantes de vehículos eléctricos la aceptan. Se realiza con corriente alterna monofásica a una tensión de 230 voltios (V) y una intensidad de hasta 32 amperios (A). El tiempo necesario para una recarga completa de la batería (tipo 40 kWh) ronda entre las 6 y 12 horas. Es apto para garajes privados, ya que es la misma tensión y corriente que la doméstica y se suele sacar del contador o cuadro de la vivienda. Las potencias normales son 3,7 a 7,4 kW.
Carga semi-rápida: sólo la aceptan algunos vehículos, aunque cada vez menos. La carga se realiza con corriente alterna trifásica, con una tensión de 400V y una intensidad de hasta 32A. En este caso, el tiempo de recarga se reduce a 1 a 2 horas. Las potencias normales son 22 kW aunque muchos coches trifásicos solo cargan a 11 kW en estos equipos.
Carga rápida: concebida para la carga pública. Casi todos los fabricantes de BEV la admiten, y algún PHEV. Consiste en alimentar al vehículo con corriente continua de 400 V y hasta 125 A La potencia es de 50 kW. El tiempo de recarga se reduce a unos 30 – 60 minutos.
Carga ultrarrápida: concebida para la carga pública en carretera. Cada ves mas fabricantes de BEV la admiten. Consiste en alimentar al vehículo con corriente continua de 400 V a 800 V y hasta 400 A La potencia es de 100 a 350 kW. El tiempo de recarga se reduce a unos 10 – 20 minutos.
La norma UNE-EN 61851 (sistema conductivo de carga para vehículos eléctricos), define los tipos y requisitos de modelos de carga que emplearán los vehículos eléctricos en España. La clasificación propuesta y sus características se muestran a continuación:
Modo 1. Carga en base de toma de corriente de uso no exclusivo. Emplea una toma de corriente normalizada, pero no exclusiva para vehículos eléctricos y la conexión del VE a la red es de corriente alterna con una intensidad máxima permitida de hasta 16 A.
Modo 2. Base de toma de corriente estándar de uso no exclusivo con protección incluida en el cable. Conexión del vehículo eléctrico a una base de toma de corriente normalizada, mediante un cable especial que cuente con un conductor piloto de control (entre el VE y la clavija) y un sistema de protección diferencial. La intensidad máxima de recarga permitida es de hasta 32 A
Modo 3. Toma de corriente especial para uso exclusivo a la recarga del vehículo eléctrico. Estación de recarga para uso exclusivo del vehículo eléctrico (SAVE dedicado, Sistema de Alimentación específico para Vehículos Eléctricos) y permite la comunicación “inteligente” entre el vehículo y el operador del sistema eléctrico. Intensidad máxima de recarga permitida de hasta 63 A.
Modo 4. Conexión de corriente continua (c.c). El vehículo eléctrico se conecta a la red de Baja Tensión a través de un SAVE dedicado, dentro de la estación de recarga se realiza la conversión c.a/c.c Las funciones de control y protección están en el lado de la instalación fija Este modelo está pensado para la recarga rápida, con intensidades de corriente de hasta 400 A.
¿Y a qué potencia puede cargar mi coche eléctrico?
Cada marca e incluso cada modelo tiene sus propias características. Es por eso que la asociación AUVE ha realizado en su momento una tabla con los modelos más importantes, y que nos pueden servir de guía para saber las características de cada uno.
Lo podéis ver en el siguiente enlace (Tabla)
