¿Cuánto cuesta cargar un coche eléctrico frente a uno diésel o gasolina? Actualizado 2024
Comparamos el coste de cargar un coche eléctrico frente al coste de repostar un coche diésel o gasolina en 2024.
Vamos a hacer una comparativa de costes de cargar un coche eléctrico en casa, en las estaciones públicas, frente a repostar un coche con motor de combustión.
El objetivo es dar respuesta a la pregunta de qué diferencia de costes hay entre un coche eléctrico y uno de combustión, y además teniendo en cuenta la recarga doméstica, más económica, pero también usando el ejemplo del usuario de un coche eléctrico que no tiene plaza de garaje y tiene que tirar de cargas públicas.
Cargar un coche eléctrico frente a un coche diésel o gasolina en 2024
Para la comparativa tomaremos como ejemplo un coche eléctrico medio que tiene un consumo real de unos 17 kWh a los 100 km, mientras que el coche gasolina se situará en los 7 litros a los 100 km, frente a los 5 litros a los 100 km de un diésel.
En estos momentos, según los datos del portal Dieselogasolina.com, la gasolina 95 tiene un precio medio de 1.61 euros el litro, mientras que el diésel se queda en 1.56 euros el litro.
Por supuesto, en este sector hay importantes diferencias con gasolineras de bajo coste con precios inferiores, pero también algunas, principalmente las situadas en autovías y autopistas, con tarifas por encima.
En el caso de los eléctricos, la cosa es incluso más compleja ya que las diferencias pueden ser mucho mayores.
Por un lado, los clientes que tienen una toma en su casa pueden acceder a precios mucho más competitivos, pero con importantes variaciones diarias.
Para el propietario de un coche eléctrico con un contrato en el mercado regulado, los fines de semana suelen ser los más favorables para la carga. Por ejemplo, un domingo como el 25 de febrero, la tarifa más cara ha sido de apenas 0.055 euros el kWh. Solo 5 céntimos de euro, en la más cara. En la más barata son 0.042 euros el kWh.
En cambio, de haber recargado el martes día 20 de febrero, el precio en las horas más caras ha sido de 0.318 euros el kWh, y la más barata de 0.127 euros/kWh. Una diferencia notable. Por lo que tomaremos un precio medio de unos 15 céntimos el kWh.
Aquí hacer un inciso indicando que, por regla general, el usuario de un coche eléctrico suele recargar por las noches, donde baja la demanda y bajan los precios. Y como ejemplo el «caro» día 20, donde cargar entre las 00:00 y las 08:00 ha tenido un coste de entre 0.08 y 0.09 euros el kWh. Un 70% menos que en las horas más caras.
En el caso de la recarga pública, la diferencia no solo depende del operador, sino que con la llegada de las suscripciones, podemos acceder a un precio mucho más competitivo a cambio de un abono mensual fijo.
Para la comparativa podemos tomar como ejemplo las tarifas de la red de Zunder, una de las más amplias y de mejor funcionamiento del país.
En este caso nos encontramos con dos tramos de precios, con uno, 42 céntimos el kWh para potencias de hasta 50 kW, y de 55 céntimos el kWh para los de más de 50 kW. Precios que podremos rebajar hasta los 39 céntimos para las estaciones de hasta 50 kW, y 45 céntimos el kWh para los superiores a 50 kW, pero a cambio de una suscripción mensual de 9.99 euros.
Eléctrico vs diésel o gasolina
Esto quiere decir que tomaremos como referencia los siguientes datos
- Coche eléctrico: consumo 17 kWh/100 km
- Coche diésel: consumo 5 litros/100 km
- Coche gasolina: 7 litros/100km
Coste electricidad/combustible
- Recarga doméstica: 0.15 euros/kWh
- Diésel: 1.56 euros/litro
- Gasolina: 1.61 euros/litro
- Electricidad doméstica: 0.15 euros/kWh
- Electricidad carga pública: 45 céntimos/kWh (+9.99 euros mes)
Esto se traduce, con estos datos, que un coche eléctrico con un consumo medio de 17 kWh a los 100 km, recargando en una vivienda con contrato en el mercado regulado, tendrá un coste en este inicio de 2024 de 2.55 euros cada 100 km. Usando las redes de recarga púbica, el modelo eléctrico pasará a pagar 7.65 euros cada 100 km.
El modelo diésel por su parte tendrá un coste de 7.8 euros cada 100 km, por los 11.27 euros cada 100 km para el modelo gasolina.
Como vemos, hay importantes diferencias entre el coche eléctrico que puede cargarse en el hogar, frente al que tiene que usar la red pública. Pero incluso en este escenario, el eléctrico sigue siendo más económico que el diésel, y bastante más barato que el gasolina. Concretamente, un coche eléctrico cargado en un punto rápido público es un 32% más económico que repostar un gasolina.
Resumen
- Carga coche eléctrico tarifa doméstica: 2.55 euros/100km
- Carga coche eléctrico punto público: 7.65 euros/100 km
- Repostaje coche diésel: 7.8 euros/100km
- Repostaje coche gasolina: 11.27 euros/100km
Si tomamos estos datos y los proyectamos a un coche que cada año recorre unos 20.000 km, nos darán estos resultados:
- Coche eléctrico carga doméstica: coste anual; 510 euros
- Coche eléctrico carga pública: coste anual; 1.530 euros
- Coche diésel: 1.560 euros
- Coche gasolina: 2.254 euros
Después de cinco años, o 100.000 km:
- Coche eléctrico carga doméstica: coste anual; 2.250 euros
- Coche eléctrico carga pública: coste anual; 7.650 euros
- Coche diésel: 7.800 euros
- Coche gasolina: 11.270 euros
La conclusión es que el coche eléctrico, incluso usando siempre redes de carga pública rápida, será más barato en el aspecto operativo que el diésel, y mucho más económico que los gasolina, que representan la mayor parte de las actuales ventas en España, siendo estos el 35% de las ventas, frente al 11% de unos diésel que no paran de caer en ventas.
También vemos que poder recargar en una toma doméstica nos proporcionará un importante ahorro económico. Eso si, teniendo en cuenta que si no tenemos plaza, la tendremos que alquilar, y además hay que añadir que si no podemos conectar la toma a nuestro contador, tendremos que dar de alta un nuevo contrato, con los costes fijos mensuales. Unos costes fijos que no tiene que pagar el usuario de las redes públicas.
Para terminar, como todos los usuarios de un coche eléctrico, hay muchas variables en las cuentas finales, como que el propietario de un punto doméstico, que tendrá que echar mano de los puntos públicos en sus viajes, pero también que todavía existen cientos de puntos repartidos por todo el país de uso gratuito, para poder usamos mientras hacemos la compra, por ejemplo.
Unas cuentas, hasta los 100.000 km, donde también podrían entrar otras variables, como la menor dependencia de los coches eléctricos de los mantenimientos rutinarios, y que estos pueden circular mucho más allá de los 100.000 km, por lo que el ahorro puede ser más elevado cuántos más kilómetros recorramos habitualmente, y donde también podemos añadir que los propietario de un coche eléctrico en una vivienda, principalmente unifamiliar, pueden echar manos de sistemas fotovoltaicos para reducir todavía más sus facturas.