Primeras pruebas con el Renault ZOE, 250 kilómetros en una jornada
Nuestros amigos del blog francés Automobile Propre han tenido la oportunidad de probar durante un día completo el Renault ZOE, y han aprovechado para realizar un viaje de ida y vuelta entre las localidades de Mulhouse y Estrasburgo separadas por unos 100 kilómetros.
En esta prueba además de compartir su impresión sobre el ZOE, también han puesto a prueba su capacidad para recorer distancias moderadas y al mismo tiempo han comprobado con sus propias manos como está y que tal funciona la extensa red de puntos de recarga de la zona de Alsacia, una de las más desarrolladas a este nivel de toda Europa, pero que no les ha evitado algún que otro susto.
Lo primero que nos cuentan es su opinión sobre el aspecto del coche, y al que catalogan como un agradable aspecto de prototipo que no ha perdido esa imagen que casi siempre se queda en el camino entre el concepto y el modelo real y que llama la atención al resto de conductores. Esto es algo que se traslada al interior, sobre todo los asientos, y donde el ambiente es muy agradable gracias a unos colores claros, que por otro lado pueden ser muy receptivos a las manchas.
Entre los puntos negativos en este aspecto encuentra el asiento trasero, que es de una única pieza y no puede dividirse, y para abatirlos lo tendremos que hacer en su conjunto, algo que le resta una pizca de utilidad a un maletero de generosas dimensiones, 338 litros. El ruido en marcha es otro de los puntos negativos que se remarca en la prueba, un ruido procedente principalmente de las ruedas y que es algo superior por ejemplo al que emite el Nissan Leaf.
El recorrido en en su mayor parte por autovía, un escenario que en principio parece poco propicio para los coches eléctricos más cómodos en entornos urbanos e interurbanos, pero que se minimiza en el ZOE por su excelente eficiencia en carretera y que permite desplazamientos moderados a velocidades cercanas a los 100 km/h sin grandes esfuerzos, algo a lo que ayuda su sistema de climatización que con muy poca energía, logra calentar el interior del vehículo de una forma muy rápida.
Durante el recorrido utilizan el R-Link para buscar puntos de recarga, y aquí encuentran un problema ya que el listado no distingue si la estación es o no compatible con el sistema de recarga del ZOE a lo que podemos sumar que tarda más de lo esperado en actualizar el listado. Para completar este apartado el ZOE no dispone de un cable de recarga para recargar en un enchufe convencional de 230V, un detalle que no gusta nada a los interesados en este modelo y que tendrán que solucionar con un fuerte desembolso, o acudiendo a soluciones no oficiales.
La buena noticia se produce en su llegada a Estrasburgo, donde le espera un punto de recarga de tipo 3 que le permite recuperar rápidamente la energía de sus baterías, una recuperación que puede verse desde el exterior del coche ya que el cuadro de mandos permanece encendido durante el proceso. Comentan también los probadores algo que comparten casi todos los coches eléctricos del mercado, la aparente delicadeza de la toma de recarga en el coche, muy expuesta a actos vandálicos, y que podría necesitar otro tipo de soluciones.
En cuanto al comportamiento dinámico del coche, el redactor que es conductor habitual de un Nissan Leaf, indica que la aceleración a pesar de sus 15 kW menos, aprovecha los casi 100 kilos menos que pesa el Renault para lograr unas cifras muy similares, y que convierten al ZOE en un modelo muy divertido de conducir y que es capaz de alcanzar los 140 km/h que tiene como límite en pocos segundos, una velocidad que podremos reducir hasta los 95 km/h si conectamos el modo ECO que nos permitirá extender la autonomía.
La conclusión es que el ZOE es un coche visualmente muy atractivo, bien terminado en su interior y que cuenta con un sistema eficiente que ha permitido sin grandes problemas realizar un recorrido de 250 kilómetros, eso si, gracias a una mínima infraestructura de recarga.
En el apartado negativo destacan la comentada ausencia de un cable de recarga para un enchufe convencional de 230V, la ausencia incluso como opción de calefacción en los asientos, y la poca precisión del sistema R-Link para encontrar puntos de recarga adecuados para el ZOE, a lo que nosotros podríamos sumar que sólo está a la venta mediante un alquiler de su batería, aunque a pesar de todo esto estamos seguros que se convertirá en el eléctrico más vendido desde el momento de su llegada al mercado.
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Fuente | Automobile Propre
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