
Estos son los coches eléctricos con menor degradación de su batería
Un estudio pone sobre la mesa una realidad poco conocida y es que la duración de las baterías de los coches eléctricos es mayor de lo esperado. Hasta ocho de cada diez modelos mantienen más del 90% de su capacidad de batería a pesar del superar los 100.000 km.

El mercado de ocasión de coches eléctricos sigue evolucionando, con cada vez más coches y mejores ofertas. Un sector clave para el correcto desarrollo del mercado de modelos nuevos, pero que se enfrenta a una falta de conocimiento y el miedo de la desinformación sobre aspectos como la duración y el estado de la batería.
Es por eso que cada estudio que llegue para aportar algo de luz al asunto es una buena noticia. El último nos llega del portal sueco Kvdbil, que ha analizado 1.366 coches eléctricos y enchufables, y los resultados apuntan a que ocho de cada diez mantienen más del 90% de su capacidad original. Por desgracia, y por una razón que desconocemos, el estudio no indica cuántos km han recorrido los coches analizados, pero en pruebas anteriores lo habitual se situaba en los 150.000 km.

Según el responsable de pruebas de Kvdbil, Martin Reinholdsson, “sabíamos que las baterías estaban aguantando bien, pero nos ha sorprendido que tantas estén en tan buen estado”. El estudio se basa en el denominado “State of Health” (SoH), un índice que compara la capacidad actual de una batería con la que tenía cuando el coche era nuevo.
En este informe, los modelos que lideran la clasificación son el Kia EV6 y el Kia e-Niro, seguidos del Tesla Model Y. Completan el listado el Opel Mokka-e, Mazda MX-30, Audi Q4 e-tron, Fiat 500e, Volvo XC40 Recharge, Citroën ë-C4 y Volkswagen ID.4. Todos ellos han mostrado una degradación mínima incluso después de varios años de uso de más de 100.000 kilómetros recorridos.
Reinholdsson aclara que los casos de degradación más acusada no se concentran en una marca concreta, sino que suelen corresponder a coches más antiguos y con un uso intensivo. “No es algo ligado a un fabricante, sino más bien al desgaste. Es lo que muestra nuestro análisis”, explica.
- Kia EV6
- Kia e-Niro
- Tesla Model Y
- Opel Mokka-e
- Mazda MX-30
- Audi Q4 e-tron
- Fiat 500e
- Volvo XC40 Recharge
- Citroën ë-C4
- Volkswagen ID.4
Sin duda, el listado arroja algunas sorpresas. Por ejemplo, que el KIA EV6 esté en lo más alto puede ser algo esperable. Tiene una buena batería y un sistema de gestión térmica de primera. Pero curiosamente sus hermanos, los Hyundai Ioniq 5 o 6, no aparecen ni entre los 10 primeros clasificados, cuando comparten el hardware. Los mismo podríamos decir del Tesla Model 3.
Factores que influyen en la vida de la batería

El estudio también recuerda que el envejecimiento de las baterías depende de múltiples factores: la edad del vehículo, el clima donde circula, el estilo de conducción y los hábitos de carga. Según Kvdbil, un uso responsable puede marcar la diferencia entre una batería que mantiene su capacidad durante más de una década y otra que se degrada antes de tiempo.
Entre las recomendaciones más importantes está evitar cargar el coche por encima del 80% con demasiada frecuencia, y sobre todo, no mantener la batería al 100% durante largos periodos. Del mismo modo, conviene no dejar que la carga baje por debajo del 20% ni mantener el coche mucho tiempo en ese nivel.
Como han señalado estudios anteriores, subir ocasionalmente del 80% o bajar del 20% no supone un problema, siempre que sea algo puntual. Por ejemplo, si antes de un viaje dejamos el coche cargando toda la noche para salir con la batería al 100%, no ocurrirá nada siempre que arranquemos al día siguiente. Lo mismo si durante el recorrido el nivel baja temporalmente del 20% antes de llegar a una estación de carga. En ambos casos, la batería no sufrirá daños apreciables.

También hablan de que no es recomendable abusar de la carga rápida. Un aspecto algo más polémico ya que hay estudios que han analizado flotas de coches que han tenido cargas rápidas diarias y las han comparado con otros que nunca han usado ese sistema, y el resultado es que el estado de la batería es casi idéntico. Algo que puede variar de forma sustancial según el vehículo y la capacidad de su sistema de refrigeración. “Son factores que el usuario puede controlar. La edad y el kilometraje, no tanto”, señala Reinholdsson.
Los resultados del estudio suponen un impulso de confianza para los clientes que estén pensando en dar el salto al mercado de segunda mano. Una excelente oportunidad donde los precios están bajando de forma sustancial pero donde muchos compradores dudan por el posible coste de reemplazar la batería. Algo que, como vemos, no debería ser un problema.


